La caravana puede contribuir a mejorar la economía de las zonas de interior.La capacidad de combinar la seguridad sanitaria exigida en fases de
desescalada y la satisfacción de poder disfrutar del turismo y los
espacios al aire libre fuera de los núcleos urbanos concurridos ha hecho
de la autocaravana no solo el medio de transporte de moda para viajar,
sino una aliada para fomentar la economía en las zonas de interior que
puede contribuir a combatir el problema de la despoblación.
La
crisis social y económica aparejada a la crisis sanitaria de la COVID-19
ha puesto en jaque al sector turístico, uno de los motores económicos
más potentes de España y de la Comunitat Valenciana -donde representa el
14,5% de su PIB-, que busca alternativas y fórmulas para no perder por
completo la temporada estival.
A esta búsqueda de alternativas se
suma el continuo llamamiento del mundo rural y de interior que está
pidiendo que la "desescalada sea para todos y que tenga en cuenta la
necesidad de recobrar la actividad económica también en los territorios
más despoblados", según ha explicado a EFE Fabrizio Muzzati, gerente de
la empresa castellonense Aquíestoy Caravaning.
Esta idea entra en
la línea de la propuesta de la Agenda Antidespoblación de la
Generalitat Valenciana (AVANT), de crear una red de áreas de caravanas
en el interior de la Comunitat Valenciana, especialmente en zonas sin
oferta suficiente de alojamiento y para dar la oportunidad de disfrutar
de estos municipios.
La propuesta se refiere a pueblos que por su
tamaño no disponen de suficiente número de alojamientos para acoger a
los visitantes en épocas vacacionales, pero en los que el beneficio para
la economía local "es muy grande".
El secretario ejecutivo de la
patronal del sector, ASEICAR, Raúl Vaquero, ha explicado a EFE que la
autocaravana lanzó una propuesta antes de que llegara la pandemia de la
COVID-19, "Ecovaning" que pretendía no solo participar en campañas
ecológicas contra la basura en la naturaleza, sino participar en la
recuperación de pueblos de la llamada "España vaciada".
En la
Comunitat Valenciana, ha agregado, "se vende más la costa que el
interior" y con el camper y la autocaravana se puede acceder a los
pequeños pueblos alejados de la costa, que muestran su interés ahora
para que se acuda a sus campings, zonas de pernocta o aparcamientos
autorizados.
Los ayuntamientos de estos pueblos, señala Vaquero,
están transmitiéndoles esa voluntad de atraer al público de poder
adquisitivo medio-alto que representan los viajeros de autocaravana ya
que "gastan bastante -una media de entre 80 y 100 euros al día- y dan
seguridad", porque son principalmente familias o matrimonios senior que
cumplen las normas y llevan su propio menaje, su váter químico y no son
un riesgo "ni para contaminarse ni para contaminar".
Además
ASEICAR ha creado el "sello anti covid" que garantiza la "máxima
seguridad" al cliente ya que indica que se han utilizado para la
desinfección de los vehículos los métodos marcados por el Ministerio de
Sanidad y que garantiza que hace que una autocaravana esté "totalmente
higienizada" cundo vaya a ser alquilada .
Desde la patronal
indican que en los territorios que están en fase 1 -la totalidad de la
Comunitat Valenciana- ya pueden desplazarse los viajeros siempre que lo
hagan dentro de su misma provincia, lo que propicia no solo la
reactivación económica de las pequeñas poblaciones sino también el
propio conocimiento del entorno por parte de los usuarios, que quizá sin
restricciones viajarían a otras comunidades autónomas o países.
Los
usuarios de autocaravana pueden acceder ya a los puntos de pernocta o
campings que hayan retomado su actividad con las restricciones de aforo y
distanciamiento establecidas por las autoridades competentes, por lo
que, según remarca Muzzati, "tenemos que aprovechar esta situación e
impulsar una red de Puntos de Vaciado Ecológico en el interior de la
Comunitat Valenciana".
Una infraestructura "mínima" que puede
llevarse a cabo por menos de 15.000 euros, un coste, a juicio del
responsable de Aquíestoy Caravaning "ridículo" comparado con el retorno
que supone para un municipio que "estos viajeros incansables visiten la
población y consuman en los establecimientos locales."
La
Comunitat Valenciana, con apenas 57 infraestructuras municipales entre
áreas y párkings está "todavía lejos de otras autonomías, como Cataluña,
donde hay 139, Andalucía, con 200 o Galicia, con 177", apunta Muzzati.
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