Susana Gisbert. EPDAEl otro día me comentaba una amiga que si cuando esto pasara volvía a escuchar la canción“Resistiré”sería capaz de matar a alguien. Comparto, con perdón del Dúo Dinámico, esa sensación, que hago extensiva a otros títulos del mismo cariz. Tampoco creo que me vaya a apetecer oír a Mónica Naranjo su Sobreviviré, y ni siquiera me veo preparada para escuchar el I will survive de Gloria Gaynor que adoraba en una buena temporada.
Yo estaba dispuesta a salir esta semana a la calle emulando a pleno pulmón a Nino Bravo cantando Libre, pero, en vez de eso, me he de contentar con cantar con otro valenciano de pro, Camilo Sesto, lo de Ya no puedo más. Con las ganas que yo tenía de salir al balcón por última vez cual María Jiménez gritando Se acabó…
Pero no ha podido ser. Tendremos que esperar, cuanto menos, una semana y seguiremos escuchando, al menos en mi barrio, elhimno de Valenciacada tarde a las ocho, seguido por eso deTe regalo mis piernas, recuesta tu cabeza en ellas, que se ha convertido en el himno de mi calle.
Al principio, la cosa, pese al drama que estábamos viviendo, parecía tener más energía, y no faltaba elbalcon DJque nos obsequiara un poco de reggaetón, un poco de remember y algo del verbeneo popular que tardaremos en recuperar. Hacíamos unFollow the leaderque eraLa bomba, nos contoneábamos batiendoMayonesaal rtimo deDance Monkeyal tiempo que berreábamos con Alaska queA quién le importa, y repetíamos que“ahora yo soy una chica mala”paraEscándalodel vecindario y del propio Raphael, que ha tenidoSu gran nocheen más de un balcón. Ya se nos ha gastado la energía de tanto usarla, como a Rocío Jurado, pero aun quedan ganas de cantar con Los Chichos queLibre, libre quiero ser.
Eso sí, no puedo dejar de nombrar aPaquito el Chocolatero, que inundó los balcones valencianos un inaudito 19 de marzo huérfano de Fallas.
En otros sitios, más o menos cerca, ya han podido cambiar su lista de Spotify, y en nada saldrán de casa Como una ola a disfrutar de su Freedom yVolver a la hora que quieran. Una verdadera Suerte, como diría Shakira, que esperemos que no nos quede tanLejoscomo a los Secretos. Mantengamos la Esperanza, como aquella canción de los Pecos de mi adolescencia, de que Todo irá bien,reproduciendo el estribillo de Chenoa. Ya estamos en nuestra Final Countdown
Ya queda menos. Mientras, que la música nos ayude.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia