Francis Montesinos. EPDA Pocas personas llegan a alcanzar una trayectoria de cincuenta años en el mundo de la moda, pero Francis Montesinos nos lo cuenta con mucho orgullo y satisfacción. Se trata de un claro ejemplo de que cuando haces de tu pasión un estilo de vida, no hay obstáculo que se interponga en tu camino. Y es que si echamos la vista atrás nos damos cuenta de que viene desde la infancia. “Este niño va a ser artista” se dijo su madre, quien fuera su más grande apoyo, al verlo pintar una colcha con un pintalabios que le había cogido.
No menos se podía esperar de alguien que se criara en el valenciano barrio del Carmen y que pasara la mayor parte del tiempo rodeado de botones, agujas e hilos. “La creatividad me viene hasta conduciendo… y muchas veces me paso” nos confiesa entre risas este vecino ilustre de Llíria. Además, ha tenido la oportunidad de vivir tanto en Valencia como en Madrid y Barcelona, participando a su vez en las principales movidas culturales de estas ciudades. Ciudades que tenían algo que decir y eran un reflejo de la modernidad y el vanguardismo. Y movidas multidisciplinarias que le otorgarían una visión y sensibilidad particular a la hora de diseñar sus trajes.
Si tuviéramos que describir a Montesinos en una palabra desde luego sería polifacético. Desde colaboraciones diseñando el vestuario de las primeras pelis de Almodóvar, pasando por la decoración de la Suite Real de The Westin Hotel Valencia, hasta el diseño del color y detalles del Opel Tigra, no hay campo que Francis haya dejado sin abarcar. Cuenta también que es un apasionado de la danza y el teatro, sobretodo de los géneros que caracterizan a España como el flamenco.
Una de las colaboraciones por la que no podíamos dejar de preguntarle es aquella para el Ballet Nacional de Cuba por su implicación con la cultura latinoamericana. De esta cuenta que se trató de un trabajo de gran extensión: “fueron 240 trajes más los tocados, capas, etc.” y hasta el sol de hoy lamenta no haber podido estar allí para ser testigo del resultado final. Nos cuenta además que fue un placer para él haber trabajado con la bailarina cubana Alicia Alonso, ya que “de los genios siempre se aprende”.
CRÍTICAS
Sobre Valencia y la moda valenciana sostiene que “a la moda le falta lo mismo que al país: que la política colabore”. Si bien es cierto que años atrás Valencia era un referente en cuanto a vanguardismo, la falta de apoyo institucional ha motivado el descuido de la industria de la moda local: “nos extendieron la mano y después nos la quitaron”. Hace falta que se crea en la moda, que se cuide y se quiera, ya que constituye una riqueza y hasta una entrada de divisas importante.
Mientras, vemos a un Montesinos expectante por esos nuevos e innovadores proyectos que se encuentran a la vuelta de la esquina, tras el Clec Fashion Festival que tuvo lugar el 21 y 22 de febrero en l'Hemisfèric de València, impulsado por la asociación Dimova y en el que estuvo como invitado. Por su parte, se encuentra puliendo los últimos detalles para su exposición en el MUVIM como parte de la jornada de exposiciones de sus cincuenta años de carrera. Los desfiles tampoco se quedan atrás y es que para el 9 de octubre está preparando un desfile muy especial que se realizará en la Calle Caballeros, donde nació y abrió su primera tienda. Todo con permiso de la superación del coronavirus.
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