Imagen de la cena del hambre. Foto: EPDA.En la noche del viernes 5
de febrero, la parroquia Santa Marta ha celebrado la Cena del Hambre para
colaborar con Manos Unidas: los 7 hornos de la parroquia han aportado gratuitamente
25 bocadillos cada uno, mientras que multitud de comercios han donado distintos
regalos.
Para acudir a la cena
cada comensal paga 3 euros y también colabora con la rifa, en la que se sortean
todos los detalles aportados por los colaboradores y, como premio final, un
jamón donado por la carnicería de Hermanas Mellado.
“El año pasado se
recaudaron 4.700 euros y este año, sumando la cena y lo recogido en las misas
del primer fin de semana de febrero, esperamos superar esa cifra, pese a la
crisis”, apunta el párroco Vicente Gozálvez. “Nuestra recaudación se suma a la del
resto de pueblos situados en la costa, desde Alboraya hasta Puçol, que forman
el Arciprestazgo de Santa María del Puig; entre todos vamos a colaborar para
construir un centro multiusos en la India”.
Un centro valorado en
72.000 euros en el que se combina un ambulatorio, una farmacia, una dotación de
medicinas y una residencia para enfermos, todo ello proyectado por Manos Unidas
dentro de su campaña anual para lograr un mundo más solidario.
Entre los detalles
sorteados destaca la aportación de una vecina de la parroquia que dada su
situación actual no puede dar dinero, “pero que se ha pasado días trabajando en
una cesta realizada siguiendo la tradición de su país, allá en Sudamérica”,
señala Vicente. “Así que nos ha obsequiado con su esfuerzo y sus ganas de
colaborar, por lo que esta artesanal cesta tiene un valor especial”.
Además de la cena, a 3
euros por bocata, y el sorteo de los regalos cedidos por los comercios
colaboradores, también la parroquia colabora con el dinero recogido durante las
misas del primer fin de semana de febrero, con lo que se espera rondar los
5.000 euros para esta edición.
Por su parte, el colegio
concertado Virgen al Pie de la Cruz también ha dedicado la jornada del viernes
a recaudar fondos para Manos Unidas con multitud de propuestas en la que
colaboran tanto alumnos como profesores.
“En vez de traer
almuerzo, hoy los niños han venido con dos o tres euros y también la aportación
en especies que han preparado sus padres: tartas, cocas y todo tipo de
alimentos ya elaborados”, explica Vicente Durbá, director del colegio. “A la
hora del almuerzo los alumnos compraban a un precio simbólico de 50 céntimos lo
que les apetecía, así que de alguna forma ha sido un almuerzo solidario con
Manos Unidas”.
Todo ello a cargo de los
alumnos de primaria y secundaria, aunque estos últimos además del almuerzo han
realizado otras actividades, como el partido de fútbol sala solidario (en el
cual cada jugador pagaba un euro por participar) y el espectáculo Tú sí que
vales, compuesto por desfile de modelos, números de magia y playbacks, cuya
entrada costaba un euro también destinado a Manos Unidas.
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