La comida en conserva es nuestra aliada si buscamos una alimentación saludable. Las personas que comían más alimentos enlatados tendían a comer más verduras, una mayor ingesta de nutrientes, que las que comían menos alimentos en conserva. En tu tienda conservera online Conservas Nicola encontrarás productos de la mejor calidad.
La ingesta de vegetales es fundamental si queremos mantenernos saludables. Las verduras enlatadas son muy nutritivas. La larga vida útil y el bajo costo de las verduras en conserva brindan beneficios adicionales.
La mayoría de las tiendas de comestibles suelen ofrecer una variedad de opciones al comprar verduras, incluidas variedades frescas, congeladas y enlatadas. El consumidor medio con la misión de aumentar el consumo de frutas y verduras puede pensar que las variedades frescas que ofrece el sector de productos agrícolas son las más saludables, pero eso no es necesariamente cierto.
Los productos frescos pierden nutrientes en el camino a la tienda, pero las verduras en conserva a menudo se procesan durante la temporada de cosecha cuando tienen una mayor densidad de nutrientes. Esto los convierte en una opción de alimentación saludable.
Los beneficios de las verduras enlatadas
Hay muchos beneficios de comer vegetales en conserva. ¡La comida enlatada es asequible, nutritiva, deliciosa y fácil de usar! Esto no quiere decir que debamos eliminar los productos frescos de nuestra dieta, sino que debemos introducir una variedad de productos de forma equilibrada, ya sean frescos, congelados o enlatados.
La comida enlatada es económica
Cuando busque productos de menor costo, ¡los alimentos en conserva deben ser una de sus opciones! La sección de productos frescos puede ser un poco abrumadora debido a los altos precios. Sin embargo, los alimentos enlatados casi siempre son más asequibles, con un 20 % menos que el costo de los alimentos frescos.
La comida en conserva es sostenible
La comida en conserva generalmente dura en la despensa de 1 a 5 años después de la cirugía. Esto es mucho más largo que los 3 a 7 días habituales para los productos frescos. Gracias a esta vida útil, puedes ayudar a reducir el desperdicio de alimentos, tan importante para la sostenibilidad de nuestro planeta. Además, significa que siempre tienes frutas y verduras a mano.
Cuando tienes que preparar una comida sencilla sin ir a ninguna tienda, confiar en las frutas y verduras en conserva es genial. Por ejemplo, es fácil preparar ensalada de frutas, arroz frito con verduras, etc.
Los alimentos en conserva consumen menos energía que los alimentos frescos en el viaje del campo a la lata y al supermercado porque no se requiere refrigeración adicional para el transporte o el almacenamiento.
Finalmente, no podemos olvidar que los alimentos en conserva vienen en envases reciclables. Esto ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que pueden generarse a partir de los vertederos. Simplemente enjuague la lata antes de tirarla a la papelera de reciclaje. ¡Estas latas están hechas de metal y se pueden reciclar permanentemente sin pérdida de calidad!
La comida en conserva es conveniente
Es bien sabido que una gran proporción de personas no comen suficientes frutas y verduras. En un mundo tan ocupado, puede ser difícil encontrar tiempo para preparar y cocinar verduras y frutas frescas. ¡Aquí es donde entran en juego las ventajas de los alimentos enlatados!
Hablamos de una opción muy cómoda y lista para usar que podemos usar durante todo el año. Además, es una solución fácil para cumplir con las 5 a 9 porciones diarias recomendadas de frutas y verduras.
Las verduras en conserva son nutritivas
¿Sabía que las frutas y verduras en conserva generalmente se enlatan a las pocas horas de ser recomendadas? Este proceso hace que se bloqueen todas las vitaminas y minerales beneficiosos (como el calcio, las vitaminas D y C).
Es por ello que los productos en conserva tienen los mismos o más nutrientes que los productos frescos o congelados.
Tomemos como ejemplo los tomates enlatados, de hecho, el contenido de licopeno y betacaroteno es más alto que los frescos. Esto se logra a través de un proceso de calentamiento de conservas que aumenta los niveles de estos nutrientes antiinflamatorios. De hecho, 1 taza de tomates en conserva contiene 6641 mcg de licopeno, mientras que 1 taza de tomates frescos contiene 4630 mcg de licopeno. ¿Guay, verdad?