La vicepresidenta del consell, Mónica Oltra, en el pleno de Les Corts Valencianes. La Comunitat Valenciana ha obtenido en 2020 una nota de 4'65 sobre 10 en sus servicios sociales, si bien desde 2015 ha experimentado un "gran cambio de tendencia" al pasar de un desarrollo "irrelevante", con 0'60 puntos, a uno "débil", con 4'65 puntos, el "mayor cambio de tendencia positivo" de una Comunidad.
Así lo recoge el informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales, hecho público este lunes y que evalúa las prestaciones sociales de las comunidades autónomas y la respuesta que han dado durante la pandemia, a través del Índice DEC, que mide el gasto y las coberturas que ofrecen a los usuarios.
Según ese informe, País Vasco, Navarra y Castilla y León siguen teniendo la mejor calificación en materia de servicios sociales, mientras que la Comunidad de Madrid tiene la peor, seguida de Murcia, Canarias y Cantabria, donde son calificados como "irrelevantes".
El documento refleja que seis comunidades mejoran su puntuación respecto al anterior índice, el de 2018, sobre todo la Comunitat Valenciana, con un incremento de 1,35 puntos, mientras que once empeoran sus resultados.
Además, se expone que la Comunitat tenía hasta 2015 unos servicios sociales "absolutamente irrelevantes", y en cinco años ha llevado a cabo un "potente desarrollo" de su legislación, normativa y planificación, a partir de la aprobación de una ley de nueva generación, así como con incremento de la relevancia económica y una mayor cobertura.
En cuanto a la relevancia económica de los servicios sociales de la Comunitat, el informe señala que desde 2013 ha experimentado un "incremento continuo", y así por ejemplo el gasto por habitante y año ha pasado de 196,1 euros en 2013 a 377,5 euros en 2019, acercándose cada vez más a la media estatal, que es de 406,3 euros.
También ha crecido el porcentaje del gasto público en servicios sociales sobre el PIB, desde el 1'03 % de 2013 al 1'7 % en 2019, por encima de la media estatal, que era del 1'6 %, con lo que es la primera vez que la Comunitat supera la media estatal en un indicador de relevancia económica de los servicios sociales.
Asimismo, ha subido el porcentaje del gasto en servicios sociales sobre el total del gasto corriente de las Administraciones públicas, del 5'79 % de 2014 al 8'51% en 2019. La media estatal ese año ha sido del 9,95 %.
En cuanto a la cobertura efectiva de las prestaciones y servicios, el informe destaca como aspectos positivos que ha mejorado, pero indica que "son aún pocas" aquellas en las que la Comunitat se sitúa por encima de la media estatal.
Es el caso de la cuantía de las Rentas Mínimas de Inserción, con una media por persona perceptora que representa el 20,5 % de la renta media familiar en la Comunitat, frente a la media estatal del 17'1 %, y de los acogimientos familiares a menores, que en la Comunitat suponen el 64,3 % del total de acogimientos, frente a la media estatal del 50,4 %.
Los déficit "más destacados" en cobertura de servicios y prestaciones valencianas son, según el informe, los de las Rentas Mínimas de Inserción, que solo alcanzan al 4,2 % de su población bajo el umbral de la pobreza, cuando la media estatal es del 7,9 %, y varios apartados de los servicios para personas mayores.
De esta forma, las plazas residenciales de financiación pública suponen 1,7 por cada 100 personas mayores (2,7 la media estatal); en la ayuda a domicilio la cobertura es del 1'9 % (aunque dos años antes era del 0,2 %, absolutamente irrelevante), cuando la media estatal es del 4,9 %; y en los centros de día hay 0'8 plazas por cada 100 personas mayores, 1,1 en la media estatal.
El servicio de Teleasistencia cubre al 5,9 % del total de personas mayores de 65 años (la media estatal es del 10,2 %), mientras que en las plazas de alojamiento para personas sin hogar la Comunitat cuenta con 16 plazas por cada 100.000 habitantes (40'7 la media estatal).
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