Un cartel anuncia la venta de una vivienda en Valècia. EFE/Kai Försterling/Archivo
La Comunitat Valenciana fue la segunda autonomía, por detrás de
Cataluña, con mayor número de certificaciones por ejecuciones
hipotecarias sobre el total de fincas en 2019, con 11.644, aunque lideró
la lista en el último trimestre, al registrar 2.785 certificaciones.
Cataluña
registró 12.131 certificaciones en 2019 y Andalucía, 9.834, mientras
que Navarra (174), País Vasco (218) y La Rioja (495) registraron el
menor número durante el año pasado, según los datos publicados este
viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el
caso de las ejecuciones sobre viviendas, Cataluña, con 5.757, lideró el
listado, seguida de Andalucía (5.681) y de la Comunitat Valenciana
(5.356). En el lado contrario se situaron, de nuevo, Navarra (54), País
Vasco (81) y La Rioja (143).
Por lo que respecta a las cifras del
cuarto trimestre de 2019, la Comunitat Valenciana fue la que registró
el mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el
total de fincas, con 2.785, seguida de Andalucía (2.606) y Cataluña
(2.454). Navarra (18), País Vasco (67) y Cantabria (107), el menor.
En
el caso de viviendas, Andalucía (1.339), Comunitat Valenciana (1.278) y
Cataluña (1.123) presentaron el mayor número de ejecuciones, mientras
que Navarra (9), País Vasco (20) y Cantabria (52), las cifras más bajas.
A
nivel nacional, el número de ejecuciones hipotecarias, o embargos de
una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas
habituales se redujeron un 21,8 % en 2019 y alcanzaron los 5.177.
En el último trimestre de 2019, los embargos sobre vivienda habitual cayeron un 45,7 %, hasta 1.380.
En
total, en todo el año se registraron 56.349 inscripciones de
certificaciones por ejecuciones hipotecarias, un 2,9 % más que en 2018.
De
las 7.129 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria
registradas en 2019, 5.177 fueron habituales en propiedad, y 1.952 (un
19,5 % menos que un año antes) no eran residencia habitual de los
propietarios.
Un 23,4 % de las ejecuciones hipotecarias sobre
viviendas en el año fueron nuevas, y un 76,6 % usadas; el número de
ejecuciones hipotecarias sobre viviendas nuevas aumentó un 19,3 %,
mientras que el de usadas bajó un 1,0 %.
Según el año de
inscripción de la hipoteca, el 23,9 % de las ejecuciones hipotecarias
iniciadas sobre viviendas correspondió a hipotecas constituidas en 2007,
el 16,2 % a hipotecas constituidas en 2008 y el 13,3 % a hipotecas de
2006.
De este modo, el periodo 2005-2008 concentró el 60,3 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2019.
Por
lo que respecta a las cifras del cuarto trimestre, el número de
inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas
en los registros de la propiedad fue 12.882, un 4,1 % más que el
trimestre anterior y un 19,1 % menos que en el mismo trimestre de 2018.
Entre
las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, 1.380 eran
habituales en propiedad (un 12,3 % menos que en el mismo trimestre de
2018) y 453 no eran residencia habitual de los propietarios (un 23,9 %
inferior).
Atendiendo a la naturaleza de la finca, las
ejecuciones sobre viviendas concentraron en el último trimestre del año
el 46,7 % del total.
Un 10,7 % del total eran viviendas
habituales de personas físicas, un 32,5 % correspondió a viviendas de
personas jurídicas, y el 3,5 % restante a otras viviendas de personas
físicas.
Las ejecuciones hipotecarias de otras urbanas (locales,
garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas,
otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) fueron el 42,1 % del
total.
En cuanto al estado de los inmuebles, el 17,9 % de las
ejecuciones hipotecarias fueron sobre viviendas nuevas, y el 82,1 %
sobre usadas; el número de embargos sobre viviendas nuevas cayó un 26,8 %
en tasa anual, y el de usadas, un 15,2 %.
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