Visita a la ermita de Soneja Dentro de la línea de actuación de la Diputación de Castellón de
recuperación del patrimonio histórico provincial se están ejecutando
actualmente los trabajos de restauración de la ermita de San Francisco Javier
de Soneja, en el Palancia. Este pequeño templo del siglo XVII está siendo
objeto de una intervención global presupuestada en más de 100.000 euros, una
cantidad que será aportada por la institución provincial -con 59.900 euros- y
el Obispado de Segorbe-Castellón y que ya ha servido para rescatar el esplendor
original de la fachada y eliminar las grietas que amenazaban la estabilidad del
edificio. Este hecho es el motivo principal de la clausura, hace dos años, de
la ermita como lugar de culto.
La diputada de Cultura, Ruth Sanz, ha estado hoy en esta localidad
del interior para comprobarlo junto con el alcalde de la localidad, Benjamín
Escriche, quienes han coincidido que con la actuación de la Diputación “el
pueblo de Soneja ve cumplida la reivindicación local de recuperar arquitectónicamente
uno de sus edificios más preciados”.
A pesar de que la intervención también incluye la reforma de la
bóveda y la reconstrucción de la cubierta, estas están momentáneamente paradas
por los últimos hallazgos en el interior y exterior de la ermita que han
constatado la existencia de los cimientos de una antigua iglesia visigoda de
los siglos V-VII, catalogada ya como la construcción religiosa más antigua de
los dominios del Obispado de Segorbe-Castellón.
Desde el propio lugar del hallazgo, la titular de Cultura ha
explicado que se tendrá que modificar el convenio de colaboración, pendiente de
firmar, para adaptarlo a las nuevas circunstancias, “puesto que este
descubrimiento lo cambia todo”: “Ahora tendremos que mirar cómo podemos
integrar los elementos sacados a la luz en esta construcción para ponerlos en
valor y que se queden a la vista de todo el mundo de tal forma que puedan
convivir el culto a Dios con el interés artístico e histórico del hallazgo”.
El alcalde, que ha calificado el hallazgo como “un hecho
excepcional de primer nivel”, ha afirmado que iniciará conversaciones con la
institución religiosa para construir un acuerdo de compartición de uso del
espacio “que mantenga la actividad ordinaria pero que también nos permita
convertirlo en un nuevo contenedor cultural que dinamice nuestro pueblo y
nuestra comarca”.
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