Bort, Amigó y Salvador, en la visita a los talleres. EPDA Aprovechando el periodo estival, la Diputación de Valencia pone en
marcha una nueva campaña de sensibilización ambiental con el propósito
de fomentar una actitud proactiva de la ciudadanía en la conservación
del litoral. Esta se articula a través de la organización de una feria
ambiental con talleres y diversas propuestas lúdicas, la cual ha sido
presentada por la vicepresidenta de la corporación provincial, Maria
Josep Amigó, el diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, y la alcaldesa
del Puig de Santa Maria, Luisa Salvador, en el paseo marítimo de esta
localidad de l'Horta Nord.
Bajo el lema Por unas playas sostenibles, esta iniciativa
pretende complementar las tareas de limpieza de playas y conservación
del litoral que se efectúan desde el servicio de Medio Ambiente. Varias
actividades permiten mostrar a los participantes cuáles son las
actitudes y los comportamientos sostenibles que hay que tener para
mantener y poder disfrutar de estos entornos naturales, además de paliar
los efectos del cambio climático.
Maria Josep Amigó ha destacado que «resulta muy gratificante comprobar
cómo mediante el entretenimiento nuestros niños y niñas son capaces de
tomar conciencia de la importancia de cuidar nuestro entorno natural y,
más en concreto, nuestras playas». La vicepresidenta ha instado a la
ciudadanía a realizar «un pequeño esfuerzo en nuestras acciones del día a
día con el fin de contribuir a la lucha contra el cambio climático, el
calentamiento global y la preservación de nuestro litoral». En este
sentido, Maria Josep Amigó ha recordado que las playas constituyen «un
entorno natural de enorme valor para los valencianos y las valencianas,
no sólo por su incidencia social en nuestros pueblos, sino porque
también como atractivo turístico resultan un bien fundamental que hay
que cuidar y preservar», ha remarcado la vicepresidenta.
El diputado de Medio Ambiente, Josep Bort ha explicado que mediante este
tipo de iniciativas «tratamos de aportar un valor añadido a los
trabajos de limpieza y mantenimiento de playas que se llevan realizando
desde este departamento». Bort ha incidido en que las actividades
propuestas «están especialmente enfocadas a los jóvenes, porque tienen
una capacidad de incidencia muy relevante en el cambio de
comportamientos, entre sus iguales y también entre los más mayores».
La campaña gira en torno «a la lucha contra el cambio climático y su
mitigación», dado que «es en la playa donde sus efectos se visibilizan
de una forma más inminente y perniciosa», ha apuntado el diputado. Bort
ha señalado la necesidad de «reducir el volumen de residuos que
producimos, ya sea en las playas, en el hogar o en la montaña. El
comportamiento debe ser cívico independientemente de donde nos
encontremos, y muy especialmente en las playas».
En última instancia, la alcaldesa del Puig de Santa Maria, Luisa
Salvador, ha agradecido al Área de Medio Ambiente «su voluntad por traer
una campaña de sensibilización ambiental de estas características hasta
nuestra localidad», al mismo tiempo que ha considerado que este tipo de
iniciativas «resultan fundamentales para generar una sensibilidad
especial orientada al cuidado y mantenimiento de nuestros entornos
naturales», ha remarcado.
Los sistemas dunares y la posidonia
Mediante esta iniciativa se informa de los trabajos que realiza la
sección de playas del Área de Medio Ambiente y se explica la importancia
de mantener los sistemas dunares y la adecuada gestión de las praderas
de Posidonia oceánica para la protección natural de la costa. Además, se
dispone de un termómetro gigante –agente dinamitzador– y de cinco
carpas con talleres didácticos que de forma lúdica muestran a los
participantes varios de los riesgos que amenazan a nuestro litoral.
En las dos primeras actividades que conforman esta feria de
sensibilización ambiental los participantes conocen algunas de las
causas y consecuencias del cambio climático, como el aumento del nivel
de mar. También se explica el incremento de la sequía y la relación de
ésta con la desertificación del territorio.
Una tercera propuesta se centra en la necesidad de hacer un consumo
responsable del agua y contribuir al cambio energético, con una clara
apuesta por las energías renovables, las cuales tienen una incidencia
menor sobre el medio ambiente. En este apartado, los participantes
tienen la ocasión de calcular su huella de carbono diaria, es decir,
medir el impacto de cada una de nuestras actividades sobre el medio
ambiente, particularmente en el cambio climático.
Posteriormente se aborda la importancia y vulnerabilidad del ecosistema
litoral. Se analiza el aumento de medusas, la presencia –cada vez mayor–
en nuestras costas de algunas especies de tortugas y la vulnerabilidad
de estas especies ante el incremento de la temperatura y del volumen de
plásticos; se explica la importancia de la posidonia oceánica como
sumidero de CO2 y como el propio cambio climático y algunas formas de
pesca poco sostenibles degradan estas praderas. Finalmente, los
participantes pueden mostrar su compromiso y sensibilidad ambiental,
introduciendo un mensaje dentro de una botella que, en lugar de
arrojarla al mar, se llevan a casa.
Asimismo, se reparten ceniceros reutilizables para la recogida de los
residuos más pequeños y se da información sobre la especial toxicidad de
las colillas cuando éstas entran en contacto con el mar por la gran
cantidad de metales pesados que poseen, los que se transmiten a los
peces, y estos también al resto de la cadena trófica.
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