Ante la crisis hay que apostar por la formación como fórmula para conseguir empleo. Foto: EPDA.
Comienza octubre y un
nuevo curso de la EPA
se inicia. Lo hace con el mismo perfil que el curso pasado: gran demanda en
todas las asignaturas, pero especialmente en aquellas que ofrecen una
titulación, hasta el punto de haber tenido que crear dos aulas para diversos
grupos de graduado al haber superado el máximo de 35 alumnos por aula.
“Tenemos dos grupos de
ciclos formativos duplicados y también hemos alcanzado el tope en los grupos de
graduado”, explica Mari Paz González, directora de la escuela. “Sólo tenemos
alguna plaza libre en los grupos que no ofrecen una titulación oficial, como
los de cultura de base o los neolectores. Y todo ello sin olvidar que nosotros
no tenemos matriculados alumnos menores de dieciocho años”.
Y es que la búsqueda de
un título se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios de aquellos
jóvenes, y no tan jóvenes, que al estar parados quieren aprovechar su tiempo
invirtiéndolo en una mejor formación, algo que siempre les ayudará en el futuro
para encontrar una salida profesional.
En 2010-11 se alcanzó el
récord histórico de alumnos en la Escuela
Permanente de Adultos, con una cifra de 325 matriculados a lo
largo del curso. Este año, al comenzar en octubre ya se ha superado la barrera
de los 300, aunque lo normal es que durante el curso haya algunas incorporaciones
más, por lo que es probable que el balance final también alcance las 325
matrículas.
“Son números que
demuestran que la escuela de adultos es una inversión necesaria, de ahí que
hayamos hecho un esfuerzo para ofrecer una amplia oferta formativa”, explicó Rosa
Portalés, concejal de educación, durante el acto de inauguración del curso,
celebrado en el Espai Social La
Barraca, que es la sede permanente de la escuela. Un acto que
contó con la asistencia de la concejal de bienestar social, Eloísa Rosa
Martínez, la de hacienda, Paz Carceller, y la presentación oficial del
profesorado que imparte las clases.
Tras la inauguración, los
alumnos se distribuyeron en las distintas clases y, en compañía de los
profesores, comenzaron a planificar un curso que el año pasado dio frutos muy significativos:
una alumna de la escuela logró la mejor nota de la Comunidad Valenciana
en las pruebas de acceso a la universidad y también en las de mayores de 40
años… lo que habla muy bien del nivel de la EPA de Puçol.
“La escuela de adultos es
una segunda oportunidad muy valiosa para aquellos que en su día no pudieron
estudiar o decidieron abandonar los estudios antes de conseguir el graduado o
un título. Ahora, que muchos están parados, han apostado por la formación como
gran arma para combatir la crisis, lo que es una prueba del gran afán de superación
de nuestros vecinos”, concluye la concejal de educación.
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