Lucas Ortega
Conselleria debe contemplar su
singularidad y flexibilizar la normativa para dar respuesta a sus necesidades.
Durante
el pasado curso, en algunos colegios rurales agrupados (en adelante CRAs), la
Conselleria de Educación denegó la solicitud de modificación de la jornada
escolar, aludiendo que no cumplían los requisitos necesarios previos para
iniciar el procedimiento de consulta a las familias. Esto ha sido especialmente
sangrante en aquellos en los que sus aularios están separados por una distancia
considerable.
Un ejemplo concreto: el CRA “El
Tejo”.
Este
colegio está formado por cuatro aularios: Los Isidros, Los Pedrones, Campo
Arcís y Chera. Se trata de poblaciones con distancias considerables entre
ellas, algunas a casi 40 kilómetros de distancia. Esto ocasiona que el
profesorado itinerante acumule mucho tiempo de reducción horaria del horario
complementario debido a los desplazamientos semanales.
Con la compensación horaria aplicada
-regulada por la Orden 44/2012-, la mayor parte del profesorado itinerante no
dispone de horario complementario para el periodo no lectivo de tarde, en el
que se desarrollan los talleres de actividades extraescolares.
Así pues
en el CRA no cuentan con profesorado suficiente para abrir los cuatro aularios
durante la semana. Con la normativa actual de itinerancias, la jornada continua
sólo sería factible si para la realización de talleres se permitiese abrir los
aularios en días alternos, tal y como ya se hace en otras comunidades.
Además en el caso concreto del CRA El
Tejo, es el único colegio de la comarca Utiel-Requena sin jornada continua, con
los problemas que ello acarrea:
·Alumnado
y familias: al tener un horario diferente, los alumnos se encuentran
perjudicados para poder asistir a las actividades culturales, formativas y
deportivas de su comarca. Esto está haciendo que la matrícula baje de manera
significativa. Los padres optan por llevarlos a colegios con jornada continua,
en los que se dan más facilidades para la conciliación con la vida familiar y
el trabajo.
·Profesorado:
Se plantean el traslado por el peligro real del puesto de trabajo si continúa
bajando la matrícula. En este sentido si se quitan alicientes a una plantilla
ya de por sí inestable, será imposible plantear proyectos a largo plazo. Además
este profesorado también ve dificultada su participación en cursos de formación
y actividades intercentros de la zona, al tener un horario diferente a todos
los demás colegios de la comarca.
En definitiva, esto es muy
preocupante; implica la muerte a cámara lenta de la escuela y, por extensión,
de las aldeas, contribuyendo a la despoblación del medio rural.
La solución puede parecer compleja,
pero no lo es, de hecho ya está recogida en la Orden 25/2016 que regula la
organización de la jornada escolar, nos debemos remitir al Artículo 3. Centros rurales agrupados,
centros incompletos y centros de Educación Especial: “En los
centros rurales agrupados, en los centros rurales de 5 o menos unidades y en
los centros de Educación Especial se podrán contemplar excepciones, debidamente
razonadas, en relación a su Plan Específico de Organización de la Jornada
Escolar derivadas de su especial singularidad que deberán ser validadas por la
Administración educativa.”
Desde el
CSIF nos sumamos a esta demanda: exigimos que nuestra Conselleria sea coherente
con la normativa actual y permita que los CRAs puedan optar a una jornada continua
real y efectiva.
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