El exgerente de la empresa pública Imelsa y autodenominado "yonqui del dinero", Marcos Benavent, ha testificado este jueves en el juicio del caso Erial que se inventó la historia del hallazgo de los conocidos como "papeles del sirio" en el antiguo domicilio de Eduardo Zaplana en connivencia con el empresario de este país que se los facilitó.
Los "papeles del sirio" son varios documentos que la UCO de la Guardia Civil halló en el despacho del primer letrado de Benavent y que han dado origen al caso Erial, que sienta en el banquillo al expresident de la Generalitat y exministro y a otros catorce procesados por el supuesto amaño en el proceso de la privatización de las ITV valencianas.
Según consta en el sumario de la causa, estos papeles fueron entregados a Benavent por un ciudadano sirio, conocido suyo, que ocupó la misma vivienda que Zaplana -con posterioridad- y que, según declaró este miércoles ante este mismo tribunal, los halló plegados en un hueco junto a una caja fuerte.
En su declaración de este jueves, Benavent -citado como testigo por Eduardo Zaplana- ha insistido en que cuando fue interrogado por esos documentos por la UCO "no estaba en condiciones por haber pasado tota la noche bebiendo y fumando" y que respondió a todo que sí.
"Hubiera aceptado cualquier cosa, solo quería acabar rápido y volver a casa, creo que la declaración duró cinco minutos", ha añadido.
Los papeles se los dio el sirio
Benavent ha confirmado que esos documentos se los entregó el ciudadano sirio al que conocía junto con otros muchos "que implicaban a muchas empresas y políticos de la derecha valenciana".
"En un primer momento pasé de ellos, les eché un ojo en una cafetería y no los quise", ha señalado Benavent, quien ha agregado que posteriormente, en su afán por recopilar pruebas y grabaciones para "protegerse", los acabó aceptando.
"Me han utilizado para introducir estos documentos", ha lamentado el exgerente de Imelsa. "Imad -el ciudadano sirio- tenía esos documentos por su relación con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".
Según el testimonio de Benavent, guardó esos documentos en el despacho de su abogado "para preparar su defensa", pero en ningún momento autorizó su retirada por los agentes de la UCO.
"Yo estaba colaborando con la Fiscalía en aquel momento. Registraron el despacho sin mi permiso y se llevaron esos documentos de una carpeta personal que nada tenía que ver con el caso Imelsa", ha insistido.
"Mi (ex)abogado es de izquierdas, estaba obsesionado con Rus, Zaplana y todo el PP. Cada verano se va de vacaciones a Corea del Norte, no le digo más. Su estrategia de defensa era salpicar a todo el mundo", ha subrayado Benavent.
"Él -su exabogado- sabía que en mi documentación tenía cosas privadas que afectaban al PP, por eso no se opuso a que se los llevasen", ha agregado.
Se inventó una historia sin sentido
Sobre el hallazgo de los conocidos como "papeles del sirio" ha explicado que mantuvo una reunión con Imad en la que ambos inventaron la historia del hallazgo de esa documentación en el antiguo piso de Zaplana, y lo hizo porque "no tenia sentido, ¿quién lo iba a creer? Es impensable que nadie pueda olvidar esos documentos" y que pudieran estar en un altillo.
"Me dejaron sin defensa", ha lamentado Benavent a la salida del juzgado. "He sido el tonto útil" de alguien que "ha movido todo esto para perjudicar al PP y a toda la máxima gente posible", ha lamentado.
El papel de su exabogado
Tras las preguntas del letrado de Zaplana, el abogado de Joaquín Barceló ha puesto de relevancia el hecho de que, pese al aparente desencuentro entre Benavent y su exletrado, éste lo mantuvo al frente de su defensa durante tres años y medio después de este registro.
El exabogado de Benavent, Ramiro Blasco, que ha comparecido a continuación, ha insistido en su declaración en que, en el momento en que se produjo el registro de su despacho, su cliente estaba colaborando totalmente con la justicia y nadie le dijo que hubiese documentación ajena a la causa en las doce cajas de papeles que retiró la UCO. "Toda la documentación era para entregarla al juzgado", ha añadido.
"Mi cliente supo que la Guardia Civil se la había llevado. Jamás puso ningún reparo. Si lo hubiese hecho, yo hubiera seguido sus instrucciones, pero no se produjo vulneración alguna en ese registro", ha insistido.
Ofertas deshonestas
Por otra parte, ha insinuado que Benavent y su entorno le hicieron algún ofrecimiento deshonesto en relación con la causa de Eduardo Zaplana.
"A pesar de que había dejado de ser su abogado, me dijo que quería seguir hablando conmigo de los papeles del sirio y de la ilegalidad de esos papeles, no quise seguir con eso. Me planteó que había muchas posibilidades...", ha apuntado Blasco, sin aclarar a qué se refería concretamente.
Y ha agregado: "No hace mucho, unas tres semanas, (Benavent) me envió a su hermana a decirme que si yo decía que el registro había sido ilegal se reconciliaría conmigo".