Carles Arques./EPDA
El contexto internacional
y europeo está marcado por la crisis energética y la inflación que golpea la
economía de las familias, empresas, autónomos y la sociedad en general. Es
verdad que, como todo en la vida, la actitud y la iniciativa en la resolución
de los problemas es importante en la tarea de la gobernanza.
Es el momento de hablar
de hechos y políticas. La ciudadanía tiene que saber porque España tiene una
influencia y posición relevante en la estrategia económica, política y social
de la UE. Vivimos una crisis energética sin precedentes y el cambio de modelo productivo
es una necesidad para la economía europea como estamos viendo en Alemania
especialmente.
El objetivo es la independencia
energética de terceros Estados, así como abaratar la factura de la luz que
tanto está castigando a las familias, pymes, empresas y autónomos. Para ello, tenemos
que aprovechar la influencia de España en la política europea e internacional,
una fortaleza sin precedentes en nuestra historia y si, es gracias al gobierno
socialista.
Con el inicio de la
legislatura y coincidiendo con la negociación de las instituciones europeas, el
Presidente Pedro Sánchez ha demostrado una vez más el liderazgo dentro de la
familia socialdemócrata volviendo a tener peso en la formación de la Comisión
Europea. A día de hoy, la Alta Representación de la UE y Asuntos Exteriores de
la UE fue asignada a España con Borrell a la cabeza. Un hecho que nos permite
aún más ejercer la influencia necesaria con el fin de paliar la situación
energética.
En los momentos más duros
de la pandemia del covid 19 en mayo del 2020 y con toda la UE confinada, la
prioridad era la protección del empleo, así pues, se aprobó el Mecanismo SURE
(ERTES) con un importe total de 540.000 millones de euros. Aquí, España tuvo un
papel importante encabezado por la ministra de Economía, Nadia Calviño. Hemos
sido de los países que mejor ha protegido el empleo a través de los ERTES. En
el verano del 2020 el liderazgo del presidente del Gobierno fue trascendental en
la aprobación del Plan de Recuperación de la UE y consiguiendo por primera vez,
armonizar la deuda conjunta de los Estados miembros.
El sistema de atención
primaria y la sanidad pública en nuestro país junto a la gestión y coordinación
de la vacunación de la covid19 nos ha situado a la vanguardia siendo de los
primeros Estados de la UE en vacunar a toda su población.
En el mes de mayo de este
año y ante la crisis energética que viene acechando a toda la UE desde marzo, España
tomo la iniciativa implementando la llamada excepción ibérica. Ello tuvo un
impacto positivo en el bolsillo de todos los ciudadanos, pues a día de hoy,
junto con Portugal, somos el país con el precio del megavatio más bajo. Esta
misma semana la Comisión Europea ha tomado como referencia a España para salir
de la crisis energética proponiendo la extensión de la excepción a toda la UE.
Este planteamiento lo ha realizado la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula
Von der Layen, dirigente destacada del PP europeo y de la derecha moderada de
la UE siendo una de las principales aliadas del Presidente Sánchez en la
estrategia europea.
También, este mes ha
ocurrido un hecho sin precedentes en la historia de nuestro país y Europa. El
Presidente Sánchez ha sido invitado al Consejo de Ministros de la siempre
modelo Alemania, para relatar la experiencia española en materia energética. España
es el actor central en la construcción del gaseoducto MidCat que tiene como
objeto suministrar gas al centro de Europa convirtiéndonos así en un actor
imprescindible en materia energética.
Ante el ruido y las
vísceras de la derecha y su caverna mediática, es una realidad que España se ha
convertido en un actor de relevante en el escenario europeo e internacional por
la solvencia y claridad en la estrategia multinivel. Todo lo expuesto es
necesario ponerlo sobre el papel, son hechos. Aunque, parece ser que, para
algunos medios, tertulianos y políticos pasan desapercibidos, no quisiera
pensar que es porque un gobierno socialista es quien lo está consiguiendo.
Es una realidad que los Estados miembros de la UE y
terceros Estados miran a España como modelo de “hub” energético y además
anhelan la resiliencia del mercado laboral donde la oposición de España no ha
colaborado, ni aportado nada. En tiempos
convulsos y de alta volatilidad tenemos hoja de ruta y un gobierno serio en el
puesto de mando.
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