Taller Casa Caridad. EPDA Álvaro tiene una experiencia laboral de más de 20 años en
el sector informático. Sin embargo, en 2014 perdió el empleo y su
situación se fue precarizando hasta acabar necesitando la ayuda de
Casa Caridad. Con 47 años, Álvaro sigue buscando un trabajo que le
devuelva a una vida “normalizada”. Álvaro, como Angélica,
Nkechi, Artantxa, Vladimir o Rachel son una representación del 79%
de usuarios de la Asociación que están en edad laboral, una cifra
preocupante que refleja que el empleo es una de las principales
causas de la cronificación de la pobreza.
Desde Casa Caridad se ha querido alertar del rechazo y la falta de
oportunidades de las personas que atienden a la hora de obtener un
empleo estable que les ayude a tener una vida normalizada. Por ello,
la ONG ha lanzado la campaña #soycomotú para visibilizar a estas
personas y sensibilizar a la sociedad sobre los problemas de la gente
en situación de exclusión social a la hora de encontrar un empleo
que le ofrezca estabilidad. “4 de cada 5 de nuestros usuarios están
en edad laboral, muchos de ellos están en búsqueda de un empleo que
les permita dejar de depender de los servicios que prestan las ONGs y
los servicios sociales”, explica el presidente de Casa Caridad,
Luis Miralles. La estigmatización cierra las puertas a estas
personas a tener una nueva oportunidad laboral que les ayude a tener
una independencia económica que les aleje de la vulnerabilidad.
Con estudios y experiencia
En 2018, Casa Caridad realizó un total de 435.802 atenciones, la
cifra más alta de los últimos años, aumentando tanto el número de
españoles como de extranjeros que hicieron uso de sus recursos.
Desde la entidad se advierte de los problemas de pobreza crónica de
los parados de larga duración, personas mayores de 50 años,
principalmente españoles, que arrastran una situación derivada de
la crisis de 2008 que pasaron de tener una vida normalizada, con un
trabajo y cotización a la Seguridad Social a encontrarse sin
ingresos. Una situación que se alarga desde hace varios años lo que
contribuye a empeorar sus condiciones físicas y emocionales. “Con
estas personas trabajamos en fomentar su motivación para romper la
apatía y la baja expectativa después de tanto tiempo en el paro. Es
un colectivo que nos preocupa especialmente porque pasan a tener una
alta dependencia de las entidades sociales y una cronificación de su
situación de vulnerabilidad que les aleja de su red familiar y les
lleva a la soledad”, indica Luis Miralles. También preocupa la
situación de jóvenes entre 18 y 30 años que están expuestos a un
mayor riesgo de pobreza por la falta de trabajo estable. De hecho, en
2018 el número de jóvenes atendidos en el comedor social de Casa
Caridad se ha doblado respecto a 2017.
“El problema de muchos de nuestros usuarios no es su nivel de
estudios o su experiencia laboral, ya que muchos de ellos vienen de
una situación donde han tenido un empleo que han perdido y han sido
víctimas de una profunda crisis que les ha dejado fuera de un
mercado cada vez más limitado”, indica Guadalupe Ferrer, gerente
de Casa Caridad. De hecho, según datos de la Asociación, el 94% de
los usuarios tienen algún tipo de estudios, de los que el 17% son
universitarios y el 13% de Formación Profesional.
Uno de los perfiles que más ha crecido en los últimos meses en
Casa Caridad es el de extranjeros en situación de protección
internacional de países de Latinoamérica y del Este de Europa. Son
familias normalizadas con estudios y trabajos, que han tenido que
abandonar su país por una situación de emergencia y llegan a
València con la intención de comenzar una nueva vida. A pesar de su
preparación, los empleos que encuentran son de baja cualificación y
temporales lo que los lleva a depender de la Asociación. También se
encuentra el perfil de extranjero en situación irregular que
necesita tres años para obtener el permiso de trabajo por lo que sus
opciones durante este tiempo son empleos en situación irregular que
les aporta unos recursos limitados.
La brecha digital aumenta las desigualdades
Desde Casa Caridad también se quiere poner el foco en la brecha
digital a la que se enfrentan muchos usuarios para encontrar un
empleo. Personas con recursos muy limitados que no pueden permitirse
tener acceso a internet o que no pueden pagarse un móvil, lo que les
dificulta enormemente encontrar trabajo a través de canales online.
Según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de
Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares del
Instituto Nacional de Estadística, un 13,6% de las
viviendas en España no tiene acceso a internet, mientras que el
13,9% de las personas entre 16 y 74 años no ha accedido a internet
en los últimos meses. Las personas en riesgo de exclusión que no
pueden acceder a este recurso tienen más dificultades para acceder a
un puesto de trabajo que les favorezca a reinsertarse socialmente.
Apoyo a la búsqueda de empleo
Desde el Departamento de Trabajo Social de Casa Caridad se trabaja
de forma individualizada con todas las personas que acuden a la
entidad. A través de este itinerario personal se detecta a las
personas que están en búsqueda activa de empleo para asesorarles y
acompañarlos en este proceso.
En 2018, participaron en esta actividad 266 personas, el 45%
hombres y el 55% mujeres, tanto españoles como extranjeros. Por
edad, el perfil que más demanda este taller son personas mayores de
50 años que llevan mucho tiempo sin empleo y familias entre 30 y 40
años con dos o más hijos a su cargo en situación administrativa
regular que viven en pisos de alquiler, la mayoría con deudas de
mensualidades de alquiler o recibos de suministros. Estas familias o
no tienen ningún tipo de ingresos o uno de los progenitores trabaja
de manera temporal con escasos ingresos.
Según los datos de las Asociación, aproximadamente 1 de cada 3
de los usuarios que reciben orientación laboral encuentran empleo,
si bien son trabajos temporales, por breves periodos de tiempo y baja
cualificación profesional, que no dan una solución estable a su
situación y que les obliga a recurrir de forma permanente a los
recursos de Casa Caridad.
Así, durante las próximas semanas la Asociación dará a conocer
a través de las redes sociales su campaña #soycomotú en la que
participan usuarios de la Asociación que presentan su curriculum
vitae y su testimonio para encontrar un empleo estable. Con esta
iniciativa, Casa Caridad quiere sensibilizar a la sociedad que el
empleo es una de las principales causas de riesgo de pobreza y
la necesidad de dar una oportunidad para que las personas pueden
volver a una vida normalizada.
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