La Fe implanta con éxito un sistema de estimulación cerebral a una enferma de Parkinson.
El hospital La Fe de Valéncia ha realizado con éxito el primer implante de un nuevo dispositivo, un nuevo sistema de estimulación cerebral profunda (DBS, las siglas en inglés de deep brain simulation), a una mujer de 57 años con síntomas graves de la enfermedad de Parkinson.
El dispositivo ayuda a mejorar los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como son el temblor esencial, la distonía primaria -movimientos involuntarios- y la epilepsia, según informa este jueves la Conselleria de Sanidad.
La paciente, una mujer de 57 años, presentaba síntomas graves de la enfermedad de Parkinson como rigidez muscular, lentitud de movimientos y trastornos del equilibrio.
Este nuevo implante DBS representa una mejora significativa en las terapias de pacientes con párkinson. Se trata de una terapia personalizada que se administra a través de un pequeño dispositivo similar a un marcapasos cardiaco, colocado debajo de la piel del pecho o el abdomen, que envía señales eléctricas a través de cables muy delgados a un área específica en el cerebro.
Con él los médicos pueden rastrear las señales cerebrales y correlacionarlas con las acciones o experiencias registradas por el paciente, como los síntomas, los efectos secundarios o la ingesta de medicamentos, y personalizar la terapia a las necesidades cambiantes de cada paciente, ofreciendo una mejor calidad de vida, ha explicado Antonio Gutiérrez, del servicio de Neurocirugía del hospital La Fe.
La intervención, que ha durado dos horas, ha sido realizada por un equipo de 20 profesionales sanitarios, entre especialistas, cirujanos, anestesistas y personal de enfermería, un equipo multidisciplinar liderado por la unidad de Trastornos del Movimiento y los servicios de Neurocirugía y Neurología.
La unidad de Trastornos del Movimiento del hospital La Fe se creó en 2009 para el tratamiento integral de pacientes con este tipo de patología, sobre todo la enfermedad de Parkinson, distonía y temblor, y que pueden beneficiarse de la estimulación cerebral profunda.
Está integrada por profesionales de los servicios de Neurología, Neurocirugía, Neurofisiología, Radiología, Psiquiatría, Rehabilitación y Anestesiología, ya que para el abordaje de los pacientes intervenidos es necesaria la colaboración de distintas especialidades y se favorece, además, una respuesta global a estos pacientes.
Cada año atiende unas 3.500 consultas de trastornos de movimiento, de las cuales 800 corresponden a pacientes con párkinson avanzado. Asimismo, implantan cada año unos 15 dispositivos de infusión continua de medicación y realizan algo más de 40 intervenciones de estimulación cerebral profunda.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso central. Afecta a más de 1,2 millones de personas en Europa y a más de 10 millones de personas en todo el mundo. Es la enfermedad neurodegenerativa más común, después del Alzheimer.
Los síntomas incluyen temblores, lentitud de movimiento, rigidez muscular y dificultad para mantener el equilibrio. La distonía se caracteriza por contracciones musculares involuntarias, que conducen a posturas anormales o movimiento repetitivos. El temblor esencial es un trastorno del sistema nervioso que provoca un temblor rítmico de una parte del cuerpo, más comúnmente de las manos, y también puede afectar la cabeza, la voz, los brazos o las piernas.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia