El alcalde de Valencia, Joan Ribó, con la víctimas del metro. Foto: Maxi Roldán Recuperar las inversiones en los barrios es un objetivo prioritario e imprescindible del movimiento vecinal para ayudar a los 11 grupos sociales más afectados de la ciudad.
Esta fue la petición de la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, María José Broseta, en el discurso pronunciado en la cena de entrega de los Premios Ciudadanos ante una nutrida representación del ayuntamiento con su máximo responsable en la sala, Joan Ribó, tras 24 años sin su presencia.
Broseta reconoció un parlamento centrado en las instituciones consciente de la asistencia de los políticos y pidiéndoles que, en estos momentos, la construcción de equipamientos públicos no es la vía para resolver los problemas sino la dedicación a las personas convirtiéndose en mediadores entre la ciudadanía y su entorno.
Los once colectivos son: los ancianos, que reside solos; los parados sin subsidio; a quienes han llegado a tierras valencianas con rechazo; a las familias con niños que no pueden llevarlos a escuelas infantiles; a quienes van andando para ir a sus centros de estudio; a las mujeres pobres; los discapacitados con derechos mermados; a los jóvenes para no marcharse de la ciudad; a las familias desahuciadas; a quienes pasan hambre y a las personas sin un futuro incierto.
No solo hubo peticiones en ese sentido sino también un llamamiento a los políticos para “deja de gestionar la ciudad desde la burocracia” o sea les emplazaron a recorrer las calles.
La dirigente vecinal les recordó que “la participación es un derecho no es una concesión”.
Acabó Broseta agradeciendo el esfuerzo y dedicación de todos los militantes del movimiento vecinal y anunciando que en 2016 se conmemora el 40 aniversario de la constitución de la Federación de Vecinos de Valencia llamada en aquellos momentos de L´Horta.
Miembros de la Asociación Víctimas del Metro. Foto: Maxi Roldán
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