Hortensia Maeso y Josep Lozano con algunos niños con modelos de Rubio Kids. FOTO EPDA
Empezar un reportaje diciendo que “todo comenzó con una historia
de amor”, es, sin duda, síntoma del romanticismo que embriaga a la autora del
mismo.
Pero, si en cualquier caso se trata de un dato objetivo, sirva tal
síntoma como precedente para iniciar el reportaje. “Toda esta locura empieza
cuando Enrique Rubio y yo nos conocemos, nos enamoramos… y nos casamos. A
partir de ahí esta vorágine llamada Rubio Kids se pone en marcha y poquito a
poco empieza a crecer… hasta lo que somos ahora. Que todavía somos muy
jóvenes en esto de la moda y tenemos mucho que aprender, pero somos ambiciosos
y caminamos con paso firme”. Habla la torrentina Hortensia Maeso, diseñadora
valenciana de cuarentaytantos años que estudió Química en su día y que
recientemente ha abierto boutique en la calle Sorní de la capital del Turia,
pleno centro de shopping de la ciudad.
Dice de sí misma que empezó tarde en esto de la moda, pero que
las cosas le han ido “bastante bien”. Se sorprende humildemente por las felicitaciones
constantes que recibe tras cada desfile y cada presentación de colecciones y
dice sentirse “afectada” con las críticas, porque todavía no digiere bien “que
todo el mundo pueda opinar”.
Amiga de sus amigos, deportista (“no hay día que no me plante el
chándal y salga a correr”), lo mismo se calza unas Nike que unas botas
mosquetero de piel hasta la rodilla. Hortensia no olvida sus raíces (a pesar de
estar vistiendo ni más ni menos que a la Fallera Mayor de Valencia
2011 y haber sido elegida para diseñar el vestuario de la pequeña protagonista
de la última película de Achero Mañas) y sonríe ante la nueva oportunidad que
le brindó la vida: “un giro de 360 grados para mí y para mis tres hijas, que
por cierto, cada vez que vienen a la tienda me hacen polvo porque siempre se
quedan algo de ropa… ¡y cualquier día no cabemos en casa! ¡O la ropa o
nosotros!”.
Clásico y romántico
El estilo clásico y romántico, que huye de lo convencional y de
la ‘ropa de niños’, combina deliciosamente los tejidos, siempre volátiles, con
facilidad de movimiento y sin olvidar que son “prendas de moda para clientes
pequeñitos. Rubio Kids es alta costura para niños”. Hortensia, consciente de
que la moda infantil está hecha para los pequeños, pero la suelen elegir las
mamás, gusta de imaginar combinaciones increíbles con los mil y un complementos
que adornan sus creaciones.
“El último detalle hay que mimarlo tanto como el primero. Aquí
les vestimos de los pies a la cabeza. Desde zapatitos hasta diademas, broches,
lazos… Tenemos ropa de ceremonia que luego adaptamos para que la puedan
utilizar en más ocasiones”. A Hortensia lo que le llena realmente es ver a sus
clientes satisfechos. Ver que las madres jóvenes que entran por la puerta ya
le dejan caer que “si hiciera algún boceto para adultos… se lo pondrían seguro”.
Sabe que los niños hoy en día no tienen poder para elegir, pero
sí saben lo que les gusta. Y ella se empeña día tras día desde su taller del
barrio de Ruzafa en que las niñas “recuerden su vestido Rubio Kids de
comunión. Porque si los pequeños están contentos, las mamás repetirán. Y eso
es lo importante, que confíen en mis diseños en las próximas ocasiones que se
les presenten”. No hay más que ver sus (impresionantes) diseños para saber que
quien prueba, repite.
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