La fiscal delegada de Menores
para la Comunidad Valenciana, Gema García, ha manifestado hoy que “no se
debería permitir que los menores de 14 años dispusieran de un teléfono con
conexión a Internet” para, de esta manera, evitar que puedan ser víctima de
delitos o llegar a ser los autores.
García ha pronunciado la ponencia“Menores
y nuevas tecnologías” en el marco del curso de verano que la Universidad
Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV) celebra en Santander. “Los 14 años es la edad de
responsabilidad penal y ya que los jóvenes van a disponer del smartphone al
menos, que les podamos exigir una responsabilidad por lo que hagan”, ha
añadido. Igualmente, ha alertado sobre el hecho de que niños de 10 años usan
smartphones sin que los padres les ofrezcan la “formación necesaria para el
conocimiento de los límites”.
Según ha señalado la fiscal
coordinadora de menores, “todos los días llegan asuntos al área de menores de
la Comunitat Valenciana, referidos a casos de sexting -envío de contenidos
eróticos a través de móviles-, o grooming -estrategias que realiza un adulto a
través de Internet para ganarse la confianza de los niños para obtener una
satisfacción sexual-”. Asimismo, ha apuntado que el acoso escolar también ha pasado
a las nuevas tecnologías, como “el ciberbullying, que implica delitos como
injurias, amenazas o derecho contra la intimidad o la integridad personal a
través de las redes sociales”.
La fiscal delegada de menores ha
lamentado de “falta formación en la juventud” y ha apostado por una mayor
“regulación legal”, así como que los padres tomen “conciencia para el
establecimiento de un sistema de garantías, límites y control en el propio
domicilio” en las conexiones a Internet, tanto desde ordenadores como desde
dispositivos móviles.
Gema García ha incidido, a su
vez, en la prevención y, de forma especial, “a la hora de que los menores
cuenten con determinadas herramientas”. Por este motivo, ha señalado que “no se
debería permitir que un menor de 14 años tuviera un teléfono que le permite
hacer fotografías, enviarlas por la red o con acceso sin límites a través del
sistema de mensajería gratuita”.
Además, “muchos padres les dan
una tarifa plana, no saben siquiera el consumo que realiza su hijo y no pueden controlarlo”.
Gema García ha reconocido que, posteriormente, “los padres se sorprenden porque
se cita a su hijo como denunciado y se enteran de que ha estado haciendo
determinadas cosas a través de un teléfono móvil o a través de un ordenador”.
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