La localidad valenciana de la Font de la Figuera clausuró el viernes 24 de julio, el Año Santo Jubilar en honor a su patrona, la Virgen del Rosario de los Niños, popularmente conocida como la Mare de Déu dels Xics, con una misa, una peregrinación y una celebración que seguió un ritual empleado por el papa Alejandro VI en el año 1.500.
Así, tras una eucaristía a las 19 horas en la ermita de San Sebastián, que ha servido este año como centro de acogida, se desarrolló desde allí una peregrinación con la imagen de la Virgen hacia la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora que fue declarado templo jubilar.
Una vez en la parroquia, se cantó un "Te Déum" de acción de gracias, y tuvo lugar la clausura de la Puerta Santa"utilizando el rito que, por primera vez, fue empleado en la Basílica de San Pedro de Roma, al concluir el Año Santo de 1500, establecido y presidido por el Papa Alejandro VI (Xàtiva, 1431- Roma, 1503)",según ha indicado a la agencia AVAN el párroco Lisardo Castelló.
A lo largo del Año Santo, más de 30.000 fieles han participado en las "numerosas peregrinaciones, procedentes de todos los puntos de la diócesis de Valencia y de las provincias limítrofes, como Albacete, Murcia y Alicante", ha añadido.
Entre los peregrinos han figurado grupos de parroquias y particulares, y fundamentalmente, enfermos, familias y padres con niños, "respondiendo así a la llamada del papa Francisco de atender y ofrecer a la Virgen a los más indefensos, y desamparados", según el párroco.
Asimismo, "más allá de las celebraciones y peregrinaciones, el Jubileo nos deja la experiencia viva del reencuentro con un Jesús y nos impulsa a testimoniar su amor", ha añadido.
Año Santo concedido por el Papa
El papa Francisco concedió en 2015, a solicitud del entonces arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, el Año Santo Jubilar a La Font de la Figuera, en honor a su patrona, la Virgen del Rosario de los Niños, popularmente conocida como la Mare de Déu dels Xics.
La Virgen del Rosario de los Niños "es la única en todo el mundo bajo esta advocación" y su devoción en la Font de la Figuera se remonta al milagro ocurrido en 1744 cuando, según la tradición, "unos bandoleros forajidos se precipitaron sobre una procesión infantil que iba rezando el Rosario, sin que ningún niño resultara herido", según Lisardo Castelló.
Desde entonces, "comenzó a extenderse la devoción a la Mare de Déu dels Xics, cuyo patronazgo bajo este título en lengua valenciana fue concedido por el Papa Pío XII", ha añadido.
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