La noche estaba en calma.
Una calma tensa, teniendo en cuenta lo que estaba por venir. Los
nervios, la tensión y la rivalidad estaban a flor de piel. Estábamos
ante el que los buñolenses, sobre todo los músicos, consideran “el
mejor concierto del año”. No había espacio a la
improvisación. “La Armónica” y “La Artística” pusieron
toda la carne en el asador y eso se notó en el escenario.
Antes de que comenzara la
música, la periodista Silvia Soria -encargada de hacer de maestra de
ceremonias- llamó al escenario a la alcaldesa de Buñol, Juncal
Carrascosa y al edil de Cultura, Juan Luis Pallás. Posteriormente
bajó por las escaleras del auditorio la presidenta de Honor de este
año, Natalia Montañés, a la que se le impuso la insignia de Buñol
por ser la embajadora este año del concierto. La directora se
dirigió emocionada al público dando las gracias “por el honor
que ha supuesto poder representar a un concierto de este calibre,
donde sin duda, la música siempre gana”.
En lo referente a la
música, el encargado de abrir fuego fue “El Litro” bajo la
batuta de Pepe Tello, autor de la transcripción de “Metrópolis
Symphony” del prestigioso compositor estadounidense Michael
Daugherty, presente en el concierto. Además, el propio Daugherty
estuvo viviendo los ensayos previos que la banda realizó y pudo
comprobar de primera mano cómo se ha adaptado su composición de
orquesta a banda. Tello con mano segura transportó al público, con
los cinco movimientos de la obra, a la ciudad de uno de los
superhéroes más icónicos de la historia: Superman. Con su capa
roja el respetable se enfrentó al archienemigo de Superman, Lex
Luthor. Vivió cómo fue la destrucción del planeta Krypton. Y se
enamoró de la belleza de Lois Lane. Una sinfonía con momentos
trepidantes, con otros más pausados, hasta llegar al desenlace
plagado de ritmo y de fuerza, que hizo levantarse de sus asientos a
los cientos de personas que acudieron en la noche del sábado al
auditorio. Con un nudo en la garganta bajó hasta el escenario
Daugherty, al que José Tello le agradeció su colaboración y
compromiso con la sociedad y con la música.
Tras media hora de cambio
de escenario: turno para “Los Feos”. A la batuta el director
valenciano, Salvador Sebastià. Y en el atril tres obras bajo un
mismo título: “Grafítica”. Un programa lleno de arte, a la par
que reivindicativo. Todo made in Comunidad Valenciana. “La
Artística” arrancó con “Les Fàbriques” de Rafael Beltrán
Moner, donde fue palpable la influencia de la Vila-real natal del
compositor. Posteriormente, “La Artística” interpretó
“BoDEGA” del propio Salvador Sebastià. Con esta pieza el
público se transportó al lugar por antonomasia del vino: La Rioja.
Fue un viaje desde su naturaleza y el misticismo de sus cuevas al
proceso inverso, la uva como producto de la naturaleza que se
transforma en la soledad y el silencio de las bodegas en vino.
Concluyó Sebastià y
“Los Feos” con la “Sinfonía nº 6, Grafítica” compuesta
por Andrés Valero-Castells. Contó con cuatro movimientos:
TAGGERS, MUJICA'S RAP, BANKSY'S ANSWER y PEACE DANCE.
Sinfonía con un marcado
carácter social, y reivindicativo, con un trasfondo pacifista, y
referencias evidentes al Street Art. La obra gravitó sobre dos
escalas de ocho sonidos surgidos del símbolo universal de la PAZ. Se
pudo escuchar variaciones de Johann Sebastian Bach y Dimitri
Schostakovich. También cómo fue el emotivo discurso del
expresidente uruguayo Pepe Mujica en la Asamblea General de la ONU en
pro de una civilización mejor. Se hizo a ritmo de rap. Y se pudo
recorrer el universo del artista urbano Banksy. El compositor
pretendía a través del Street art “grafitear con reflexión,
pacifismo, humanismo, y ecologismo, la mente y el corazón de
cualquier persona”. En uno de los momentos de la interpretación
de la obra, varios músicos desplegaron un cartel en el que se leía:
“Buñol Es Música”.
Esta sexta sinfonía hizo
estallar en aplausos al público que abarrotaba el auditorio.
Valero-Castells, presente en el graderío se mostró eternamente
agradecido por haber visto en primera persona la transformación de
su arte, su idea, en poesía, en música. Sebastià y Andrés Valero
se fundieron en un emotivo abrazo en el escenario.
Una vez pasado el éxtasis
provocado por esa “Grafítica”. Le tocó el turno a la presidenta
de Honor del “Mano a Mano”, Natalia Montañés. Ha sido la
primera mujer en ocupar este cargo en la historia del concierto.
Montañés fue la encargada de poner el broche de oro a la velada,
dirigiendo el “Himno a Buñol” del maestro Chillida y Guzmán
Cárcel. Los aplausos ya en los últimos acordes de la pieza, fueron
la guinda de un pastel elaborado con la fuerza de Superman y el arte
y la reivindicación de “Grafítica”.
Al acto acudieron además
de alcaldes y responsables políticos de Buñol y la comarca, Andrés
Perelló, embajador español ante la UNESCO y el diputado de Turismo
y Bandas de Música de la Diputaciò de València, Jordi Mayor.