La Generalitat impulsa un programa escolar para promover el bienestar emocional y prevenir adicciones en los jóvenes

El objetivo del programa es prevenir problemas como la ansiedad, la depresión, la ideación de suicidio, el acoso escolar o sexual y el consumo de sustancias. Para ello, el plan se basará en el modelo de Habilidades de Vida (HdV) de la Organización Mundial de la Salud. Éste se centra en dotar al alumno de herramientas emocionales, cognitivas y sociales desde una edad temprana. Según Bartolomé Pérez, “las medidas estructurales no tendrán efectos inmediatos” ya que los resultados de la iniciativa se verán “de aquí a 10 o 15 años”. Además, subrayó que el programa cuenta “con una base científica y evidencia contrastada”.

El contenido del programa está adaptado a las distintas etapas educativas. La primera, ‘Cuentos para conversar’ abarca a los niños de 6-7 años; la segunda, ‘La aventura de la vida’, para aquellos de entre 8 y 11; la tercera, ‘Unplugged, va dedicada a los menores de 12 a 14 años; y la última, Habilidades para la Vida y la Adolescencia, para los adolescentes de 15-16 años. 

La aplicación será responsabilidad del profesorado, con el apoyo de 80 unidades de prevención financiadas por la Conselleria de Sanidad. Además, Escrig ha señalado que esta iniciativa “será apoyada también por el CEFIRE de Inclusión Educativa, Bienestar y Salud Mental, que ofrecerá formación específica al personal docente”.

El presupuesto destinado a este proyecto asciende a ocho millones de euros anuales. De estos, tres millones irán dedicados a materiales didácticos, casi cinco financiarán los equipos de apoyo técnico, 100.000 euros irán destinados a la formación del profesorado y otros 150.000 se emplearán para evaluar y seguir la iniciativa. Aunque la dotación del programa es de medio millón de euros, se enmarca dentro de la inversión total que responde al conjunto de medidas del Plan de Salud Mental de la Generalitat que, en palabras de Xaro Escrig, “está dando unos resultados buenísimos”.

El proyecto se complementará con la entrada en vigor del nuevo Decreto de Convivencia Escolar el próximo curso, tras detectarse más de 11.000 incidencias entre alumnos en el último año académico. Tanto Bartolomé Pérez como Xaro Escrig han insistido en que se trata de una intervención a largo plazo y estructural, y no de una medida puntual.