Imagen de archivo de un Rey Mago. EFE La Conselleria de Justicia no va a investigar la celebración
de la Cabalgata de Reyes de València, que generó aglomeraciones en la plaza del
Ayuntamiento en pleno aumento de los casos de coronavirus, ya que ha archivado
las denuncias que presentaron el PP y España 2000. Fuentes de la Conselleria han explicado a EFE que la secretaría Autonómica de
Seguridad y Emergencias ha dictado el archivo al considerar que los hechos
denunciados "no son constitutivos de infracción administrativa alguna en
materia específica de prevención de la salud pública" frente a la
covid-19.
Según las mismas fuentes, cuando se celebró el evento estaba vigente la
resolución de 5 de diciembre de la Conselleria de Sanidad sobre las
restricciones contra la pandemia, en la que figuraba expresamente una medida
específica sobre eventos navideños.
Así, se indicaba que, "en todo caso, se autorizará a que los Reyes Magos
realicen un recorrido en los pueblos y ciudades a bordo de vehículos de
transporte para que puedan verlo el mayor número de niñas y niños, evitando
aglomeraciones y recomendando a la población el seguimiento desde balcones o
acceso a sus viviendas, evitando desplazamientos".
En virtud de esta resolución, el Servicio de Espectáculos considera que los
hechos denunciados no son constitutivos de infracción administrativa en materia
específica de prevención de la salud pública frente a la covid-19, por lo que
se ha procedido al archivo de las denuncias seis meses después.
El grupo municipal popular del Ayuntamiento de València presentó una denuncia
ante la Conselleria de Justicia al considerar que, al organizar ese acto de los
Reyes Magos, el Consistorio incumplió las medidas anticovid vigentes.
Según la denuncia popular, en la plaza del Ayuntamiento se concentraron
"más de 1.500 personas y hasta 5.000 según cifras de asistencia difundidas
por diversos medios", y no se guardó la distancia social de 1,5 metros, ni
el aforo máximo ni se repartió gel hidroalcohólico.
"El Ayuntamiento, como organizador de la recepción, debió velar por el
correcto cumplimiento de las medidas de protección aprobadas por las
autoridades sanitarias", apuntaba la denuncia, que recordaba que en la red
social Twitter hubo un cruce de acusaciones entre autoridades municipales y
autonómicas sobre la responsabilidad de lo sucedido.
Igualmente, exponía que el acto se celebró el mismo día en que la Generalitat
anunció "nuevas y severas restricciones con motivo del récord de nuevos
contagios" y que el propio alcalde, Joan Ribó, reconoció que
"no" se revisó "adecuadamente el protocolo de las vallas y la
llegada de los autobuses".
A juicio de los denunciantes, resultaba "acreditado que el Ayuntamiento de
València actuó de forma negligente al difundir que se celebraría esta
recepción" y que "no se adoptaron las medidas precisas" como el
cierre perimetral de la plaza para evitar las aglomeraciones.
Paralelamente, el PP de València presentó una denuncia ante la Agencia
Valenciana Antifraude, que luego amplió, por la adjudicación de los tres
autobuses descapotables del acto de la Cabalgata de Reyes, en la que concluyó
que las tres empresas que presentaron su oferta tienen vinculación entre sí y
relación con el concejal de Cultura Festiva que concedió el contrato, Carlos
Galiana.
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