Debido a la aparición de dos dispositivos
explosivos de uso de guerra en las costas alicantinas, la Guardia Civil
informa de unos sencillos pasos de actuación para la población, mientras se
da aviso de ello a las autoridades competentes y éstas acuden al lugar del
hallazgo.
El pasado día 28 de septiembre, una embarcación con base en el puerto
pesquero de Santa Pola, que estaba realizando labores de limpieza del
fondo marino, encontró un objeto que, por su apariencia, parecía ser un
artefacto explosivo o incendiario.
Al lugar acudió de inmediato el Grupo de Especialistas en Desactivación de
Explosivos (GEDEX) de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, el
cual, tras tomar las medidas de precaución pertinentes en la zona, comprobó
que se trataba de un dispositivo de marcación de ubicación naval, de origen
estadounidense, que ya había sido utilizado con anterioridad, por lo que se
encontraba en estado inerte y no constituía peligro alguno para la población.
Dicho dispositivo es un artefacto que está diseñado para ser lanzado desde
helicópteros y aeronaves de ala fija para indicar la posición de un objeto en
el mar, utilizado generalmente en lucha antisubmarina.
Este es el segundo dispositivo que aparece en las costas alicantinas este
verano, ya que el pasado día 16 de julio apareció otro de características
similares, también inerte y no constituyente de peligro, de marcación de
ubicación marítima, en este caso en la playa de Altea.
¿Qué hacer en caso de encontrarse uno de estos objetos?
La Guardia Civil considera de interés dar a la población ciertas pautas de
actuación muy sencillas, en caso de la aparición de más objetos de este tipo.
En primer lugar, no hay que tocarlo ni moverlo y llamar de forma inmediata a
los teléfonos 062 (Guardia Civil) o 112 (Emergencias). Seguidamente, y
aplicando el sentido común, hay que alejarse de la zona de aparición del
objeto, unos 300 metros aproximadamente, ya que se desconoce si posee
su carga explosiva aun o no, es decir, si ya ha sido utilizado y es inerte y no
supone ningún tipo de riesgo para la población o, si por el contrario, aun no
ha sido usado y conlleva algún tipo de peligrosidad.
Tras la llegada de los especialistas al lugar, hay que seguir manteniéndose
en esa distancia mínima de seguridad y permitir a éstos realizar sus
funciones, sin producir aglomeraciones en la zona.
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