La Guardia Civil con el guacamayo. / EPDAEl pasado día 1 de mayo cuando agentes de la Guardia Civil de
Benigánim realizaban un control en la localidad de Quatretonda para vigilar el cumplimiento de las medidas
dictadas en el estado de alarma, reciben un aviso de un vecino de la localidad,
informando de que había una persona tirando piedras en la calle por detrás de unas naves abandonadas. Al
personarse los agentes, se encuentran con una persona, que explica que llevaba
desde las 10 de la mañana en ese lugar, porque se le había escapado un Guacamayo
de su propiedad al que le tenía mucha estima y que se encontraba extraviado por
los pinares de la partida Camí Serra de Quatretonda. Este hombre tenía otro
guacamayo consigo que estaba utilizando como reclamo.
Los Guardias Civiles observaron que afirmativamente
en una zona escarpada con pinos, cuya altura era de gran consideración,
aproximadamente 12 metros de altura y la zona abrupta del terreno, hacían que
cualquier maniobra para acercarse simplemente al árbol una labor compleja. Se
le sugiere al propietario del animal que tratase de buscar palos, cañas u otro
tipo de utensilios similares, para poder acceder desde lo alto de un terraplén,
hasta la rama donde se encontraba el Guacamayo. La patrulla continuó prestando
servicio hasta que dicha persona se hiciera con más elementos para poder
iniciar las maniobras.
Una hora más tarde, se recibió llamada del dueño del
animal que ya tenía utensilios para intentar la captura. En este proceso se
unió un vecino de la misma localidad en el rescate. Tras varios intentos de
llegar hasta la rama donde se encontraba el guacamayo, estos resultan
infructuosos. En un momento determinado, el animal se pone a volar y se
desplaza hasta una zona más llana y de más fácil al acceso. Pero tras varios
intentos de acceder hasta el guacamayo, nuevamente se vuelve a escapar esta vez
a una zona más lejana .
Se le pidió al propietario que se quedara en esa
zona, observando que no se moviera el animal, mientras los agentes, junto con
el otro vecino colaborador se desplazaron en vehículo al otro punto, ya que
había que bordear todo el canal para poder cruzar al otro lado de la vaguada.
Al llegar al otro lugar, la persona que colabora bajó primero por una zona
escarpada seguido de uno de los agentes, hasta dar con el árbol en el cual se
encontraban el ave. Al no estar en una rama muy alta se consigue escalar hasta
la rama e interceptar al animal, no sin dificultad ya que estaba muy nervioso.
Tras una maniobra lenta para poder bajar del árbol con el animal, los agentes
lo resguardaron en el vehículo oficial hasta la llegada de su propietario al
lugar.
El dueño agradeció
la labor de los agentes, ya que pensó por instantes que ya no volvería a tener
consigo al guacamayo.
Los agentes de Benigánim junto con el Seprona de
Onteniente (V), que practicaron una inspección al CONVENIO CITES de tres
guacamayos que el dueño tenía en propiedad. Los tres animales tenían toda la
documentación correcta y se encontraban en perfectas condiciones.
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