Jaime García. Estos días las mariposas de la ilusión revolotean de nuevo .Estamos
a unos días de las nuevas elecciones. Los partidos políticos
expresan sus programas en los medios informativos. Lanzan sus últimos
mítines, suscitando más sentimientos que ideas. Retumban en
nuestros oídos las palabras "cambio, progreso, tiempos nuevos,
“términos que ni son positivos ni negativos, dependen de su
posición en la frase. Cambiar puede ser bueno o puede ser malo.
Progresar puede ser temerario (ante un semáforo en rojo), suicida
(ante un precipicio) y saludable (como pasear).Por tanto las
políticas pueden igualmente ser temerarias, suicidas y saludables
.Algunos lanzan palabras como caramelos en bautizo.
Las elecciones no son tiempo de carnaval, ni de disfraces y máscaras
.Son días de comunicación intensa, de exposición de programas y de
"decir mentirijillas”. Sabemos que quien no barbecha, no
cosecha y quien no siembra, no recoge .Pero pensemos también que
quien siembra vientos, recoge tempestades.
Nuestra psicología goza más con los Reyes Magos que con la
Cuaresma. Muchos se sienten frustrados. La frustración conlleva
agresividad y, como tienen sed, de cualquier agua beben.
En España disponemos hoy de un amplio cuadro de partidos. De los
cuatro más importantes, tres son constitucionales y Podemos de
izquierda radical y comunista .Políticamente, ni el PP, ni
Ciudadanos pueden unirse a Podemos. Son como el agua y el aceite.
Podemos se define como le viene en gana. Ahora, en su política de
catálogo, se llaman social-demócratas. Son maestros en sus mensajes
de engaño. Igual mañana nos dicen que son de Acción Católica.
Como dice T. de Saint Phalle "en política siempre se le juzga a
uno por lo que es, por lo que hace, pero no por lo que dice".
Estos políticos igual tienen para un roto que para un descosido Dice
el refranero que quien se tiñe la barba, sólo así se engaña.
Ahora nos dicen que son un partido transversal, amagando aquella
ideología que les puede dañar, la comunista... Todos sabéis lo que
persigue Podemos: Conquistar el poder, imponer el comunismo, cambiar
nuestra Constitución (así lo manifestó en Zaragoza a las
Juventudes comunistas). Manifiestan que ellos acatarán la legalidad
mientras les convenga.
Para imponer el Comunismo Carlos Marx acudió a la revolución. Ellos
nos dicen que para imponerlo no necesitan la revolución para nada,
basta con aprovechar bien los medios democráticos, las elecciones.
Hay que destruir la democracia desde dentro.
Respecto a Ciudadanos voy a decir unas cuantas cosas .Es un partido
que él mismo se define centro izquierda. Adversario, que no enemigo,
del PP y del PSOE. Suelen estar más atentos en ver la paja en el ojo
ajeno que la viga en el propio. El Sr. Ribera nació para árbitro de
fútbol y no para político. Continuamente saca su tarjeta amarilla o
roja y no le es simpático, en absoluto, el Presidente Rajoy, ni
otros miembros del PP. No hay peor astilla que la de la misma madera.
Ha dicho que él no formará parte en algo en lo que no cree. Tal vez
por ello busca refugio y amparo en el PSOE .Le manifiesto, Sr.
Ribera, que en la situación actual, los españoles nos piden que
dejemos esas chucherías en la bolsa y pensemos que estamos perdiendo
lo que es seguro, mientras buscamos lo que es incierto. Los españoles
esperamos otra cosa.
El PSOE ¡Dios nos coja confesados! Es la casa de tócame Roque
.Nadie sabe a qué está jugando Se llama socialdemócrata y cohabita
con Podemos en ayuntamientos y autonomías .Según él más vale ser
cabeza de ratón que cola de león .Tanto es así que no extrañaría,
en absoluto, que Podemos y él formaran gobierno. Cuando hay pesca,
no hay que abandonar el caladero .Recuerdo la fábula de la rana que
quería ser tan grande como un toro y se hinchó tanto, hasta que
reventó.
El PP. no puede aceptar una política anclada en la falsedad y la
mentira. El esfuerzo hecho ha sido enorme, pero no completo .EI
enfermo no está en la UCI, pero necesita aún mucho cuidado .Poco a
poco hila la vieja el copo. No somos perfectos y al mejor cazador se
le va la liebre. Pero el PP tiene mucha experiencia de gobierno, los
otros tres presidenciales ni siquiera han sido concejales. Kennedy
presentó sus consejeros al Presidente de la Cámara, indicando sus
currículum vitae. Al observar en él cierta reserva le preguntó si
les gustaba. ¡Oh sí! respondió. Sólo encuentro una pequeña
deficiencia: que ninguno de ellos ha sido ni siquiera concejal en el
ayuntamiento de su pueblo.
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