Vicente Herrero. Piensa en un niño y analiza su actitud cuando quiere saber algo. ¡Se deja la vida! Pregunta hasta que consigue su objetivo, sin importarle si a ti te molesta. Su inquietud es tan grande, que está por encima de cualquier otra cosa. En ese momento su mundo se detiene y no existe nada más a su alrededor. Su objetivo es APRENDER aquello que necesita saber.
Cuando un niño quiere APRENDER a hacer cualquier cosa, lo intenta una y otra vez. Insiste y no le importa lo que le digan. Él sigue y sigue...
Piensa como un niño. JAMÁS pierdas esa INQUIETUD por aprender, porque te hace ser grande. Es el secreto del crecimiento personal y una de las claves más importantes para alcanzar tus metas.
Con el paso de los años, en ocasiones se pierde esa necesidad de saber. Dejamos de lado el aprendizaje consciente porque perdemos esa inquietud.
¿Qué es lo que a ti te inquieta? ¡Pues adelante! ¿A qué esperas? Saca el niño que llevas dentro. Nada te puede detener si tú no quieres. No pierdas ni un instante de tu valioso tiempo. Pregunta, insiste, cotillea, repite. Pero sobre todo, haz lo que un niño SIEMPRE hace cuando está aprendiendo. ¡DIVIÉRTETE!
“Inquietud. La gran virtud de todos”
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