La Fundación
de la Comunidad
Valenciana La Luz de las Imágenes
muestra dos imágenes de la
Virgen de los Dolores dentro del recorrido expositivo de «Camins
d’Art» en la localidad de Alcoy, y cuya festividad se celebra el 15 de
septiembre.
Una de las imágenes ha sido restaurada con
motivo de la exposición alcoyana por los técnicos de la Fundación. Las
Dolorosas pueden contemplarse en la sede de la iglesia de Santa María que,
junto la iglesia del antiguo asilo y la capilla de la Virgen de los Desamparados,
conforma el itinerario expositivo, que tiene como hilo argumental principal el
culto a los santos y patrones como protectores de poblaciones y gremios.
Es
en esta fecha cuando se recuerdan los siete episodios dolorosos por los que
pasó la Virgen
por su Hijo, desde la infancia hasta el momento de la muerte de este, y ambas
imágenes aparecen con una daga clavada en el pecho, aludiendo a la profecía del
anciano Simeón, en la que en presencia de Jesús anunció a la Virgen que una espada de
dolor le traspasaría el alma. Posiblemente sea esta la advocación más popular
de todas las advocaciones de la
Virgen.
Las
dos Dolorosas expuestas proceden de la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra
Señora de Gorga, y de la iglesia parroquial de San Mauro y San Francisco de
Alcoy. La de esta última es 1793 y vestida, y recorre cada año las calles de la
ciudad la tarde del Viernes Santo. Pudo ser conservada después de la demolición
del templo en 1936. Las partes propiamente talladas son la cabeza y las manos,
y esto no obedece a una carencia de medios a la hora de hacer la escultura,
sino todo lo contrario, se debe a la sensibilidad marcada por el lujo y la
sofistificación de mediados del siglo XVIII, cuando el valor de las ropas de la
imagen que se exponía podía superar el de una talla completa. El conjunto de
textiles puede datarse en torno a la segunda mitad del siglo XIX y sustituye a
uno anterior, coetáneo de la escultura.
Por
otra parte, la Dolorosa
procedente de la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Gorga, de
principios del siglo XVIII, fue donada por una colección particular para
sustituir a la Dolorosa
destruida en 1936, y a diferencia de la alcoyana, esta imagen de devoción no es
para vestir. La escultura fue restaurada íntegramente con motivo de la muestra
«Camins d’Art» en el Centro de Restauración de la Fundación La Luz de
las Imágenes.
La
talla de madera, dorada y policromada presentaba numerosas grietas y
desprendimientos en zonas como la cara, las manos o el propio manto, debido
entre otras causas a los golpes que había sufrido en el pasado, y tenía
repintes de restauraciones anteriores que no se habían hecho de un modo
riguroso por toda la superficie, así como suciedad ambiental y un barniz
envejecido. Los dorados presentaban desgastes y abrasiones por las limpiezas a
las que la imagen era sometida regularmente. Gracias al trabajo que
desarrollaron los técnicos de la
Fundación, la
Dolorosa puede contemplarse estos meses en la exposición
totalmente restaurada.
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