Aniversario del Camp de Túria. EPDA. La Mancomunitat del Camp de Túria celebró ayer por la tarde su 40 aniversario en el salón multiusos de Llíria, capital de la comarca, entre distintos representantes de los municipios. A la cita asistió el presidente de la Diputación, Toni Gaspar, así como diferentes cargos de la Generalitat Valenciana, la FEMP y presidentes de otras mancomunidades cercanas. "Esta es una de las Mancomunidades que se pone como ejemplo cuando se habla del trabajo a realizar en otros lugares, y como alcalde sé muy bien la importancia de la unión para conseguir objetivos", señaló el presidente provincial. En este aniversario se puso en valor el trabajo de la Mancomunitat a lo largo de su trayectoria, el impulso de programas sociales como PRISMA, así como la dinamización del empleo. Sin embargo, el punto más importante en el que coincidieron los asistentes y ponentes fue en la capacidad vertebradora de la Mancomunitat, recordando también el carácter históricamente comarcal de la Comunidad Valenciana.
Vicente Gil, secretario general de la FVMP, defendió durante la primera mesa redonda: "No es lo mismo un municipio pequeño que una ciudad, por eso son tan importantes las Mancomunidades, para que se tengan en valor las necesidades de todos". De esta forma, los diferentes ponentes destacaron el papel de esta institución para garantizar el reparto justo del presupuesto, así como la fuerza y proyección que adquieren los municipios al trabajar unidos. "No es lo mismo repartir un presupuesto entre más de 250 municipios que hacerlo a través de las mancomunidades, porque seguramente este reparto será mucho más eficiente", señaló Dolors Gimeno, diputada en la Diputació de València. Todos coincidieron en que las mancomunidades se encontraban en un momento de expansión, y Judith Flores, directora General de Servicios Jurídicos y Coordinación Territorial de la FEMP, puso en valor la tradición de mancomunarse y trabajar en coordinación de la Comunidad Valenciana, que destacó como una característica particular de este territorio.
La segunda mesa, "Presente y futuro de las mancomunidades", estuvo moderada por Carlos Fernández Bielsa, vicepresidente de la Diputació, y formada por Txema Peláez, presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Consuelo Alfonso, presidenta de la Mancomunidad de La Serranía, Assumpta Domínguez, presidenta de la Mancomunitat de L'Horta Sud y Josep Vicente García, vicepresidente 2º de la Mancomunitat del Camp de Túria. Esta mesa abordó las diferencias entre las distintas zonas que tejen la Comunitat Valenciana en cuanto a la densidad de población, los recursos, la innovación o la inversión social.
La cita finalizó con la entrega de premios a todos los presidentes y presidentas desde la formación de la Mancomunitat en 1981. De esta forma, recogieron el premio los familiares de Juan Antonio Toledo, Vicent Cremades, Vicente Tarazona, Carmen Beller, y posteriormente subieron al escenario Manuel Izquierdo, German Cotanda, Mª Carmen Contelles, y la presidenta actual, Lola Celda. Celda finalizó su intervención con un discurso en el que inspiraba a los diferentes actores municipales a seguir trabajando por la unión y las oportunidades de la comarca: "El objetivo de esta organización no es otro que el de ofrecer servicios que sigan mejorando la calidad de vida de los vecinos".
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