Gráfico: Covid-19 por barrios en las aguas residuales. EPDA El milagro valenciano ha llegado a su fin. Lejos quedan ya las dos primeras olas del virus, donde, la Comunitat Valenciana lideraba una de las tasas de contagios más bajas de toda España y Valencia se erigía como una de las grandes capitales con un menor número de contagios.
Si a mediados de diciembre la situación sanitaria comenzaba a empeorar poco a poco en la capital del Turia, tras los excesos de la Navidad, la avalancha de contagios hace avanzar la pandemia a pasos agigantados y ha dejado al covid-19 fuera de control.
Y es que, de acuerdo con los datos de la conselleria de Sanidad, la ciudad de Valencia superó en este mes de enero la cifra de 40.000 contagiados desde que iniciara la pandemia, cerca de 9.000 de esos nuevos positivos se habrían producido en el mes de enero.
Las alarmantes cifras han disparado la incidencia del virus por cada 100.000 habitantes casi en 1.300 puntos, unos datos preocupantes que han llevado a demandar el autoconfinamiento al propio alcalde Valencia, Joan Ribó, y a criticar a la Generalitat por la laxitud de las medidas.
Nuevas restricciones
La Generalitat ha anunciado nuevas medidas anticovid ante la preocupante situación que vive la Comunitat Valenciana, y en especial las grandes ciudades.
Una de las medidas más importants es el cierre perimetral de todos los grandes municipios valencianos, en fin de semana y festivo. Afectaría de esta manera, a todas las localidades de más de 50.000 habitantes desde las 15:00 horas del viernes a las 6:00 del lunes siguiente, lo que supone el cierre de Valencia, Alicante, Elche, Castelló, Torrevieja, Torrent, Orihuela, Gandia, Paterna, Benidorm, Sagunt, Alcoi, Sant Vicent del Raspeig, Elda-Petrer y Vila-real.
Las actuaciones tambiénsuponen una limitación de las reuniones socialises, restringidas a los convivientes en el espacio privado y a dos personas que pueden ser de dos núcleos de convivencia distintos en el espacio público.
En la limitación de los encuentros familiares o sociales en el domicilio y en el espacio público, bien sean espacios cerrados o al aire libre, se aplicarán las excepciones de cuidados a personas vulnerables (mayores, menores), reuniones laborales o institucionales y actividades en el ámbito educativo. Y es que, la incidencia del coronavirus en las aguas residuales de la ciudad de València ha aumentado muy significativamente.
Los barrios más afectados, de acuerdo con los datos recogidos, son Trànsits y Pla del Real, Campanar, Algirós, Benimàmet, Benicalap, Orriols y Mestalla, así como los ejes de Manuel Candela y Eduardo Boscá. Quatre Carreres y el entorno de la Ciutat de les Arts i les Ciències también tienen una incidencia más elevada que en el resto de la ciudad.
Por encima de la media de la ciudad también se encuentran Castellar, Jesús y Patraix. Con niveles también significativos, pero por debajo de la media se sitúan Malilla, Ciutat Vella, Poblats Marítims, Benimaclet, Arrancapins, Tres Forques, Olivereta, Fuensanta y Sant Marcel·lí. Las zonas en las que la incidencia es menor corresponden a Russafa, El Saler, Nazaret, el Perellonet, Poblats Marítims y El Palmar.
Vacunación
En la otra cara de la moneda, el proceso de vacunación avanza a buen ritmo en la Comunitat Valenciana, tras una primera tanda de vacunaciones más lenta que levanto las críticas de la poblaciónes.
En concreto, la Comunitat Valenciana es ha venido encabezando la tasa de dosis administradas frente al resto de grandes autonomías de España, con el 92,4% en estas primeras fases de vacunación, en la cual se está vacunando con las dosis de Pfyzer y Moderna a las residencias y el personal sanitario.
Esta situación de liderazgo ha servido al propio president de la Generalitat, Ximo Puig, para plantear al Ministerio de Sanidad que haga un reparto “flexible” de las vacunas de manera que las autonomías que están vacunando más sean primadas en el reparto semanal de dosis, frente a las que tienen viales almacenados sin administrar. “No quiero con esto plantear ninguna inequidad ni ninguna insolidaridad”, destacó el President que abogó por ser “más eficientes como país” para que España no tenga un estocaje “más allá del razonable”.
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