Casa consistorial de Sagunt. EPDALa aplicación de la nueva Ley
de Contratos Públicos está colapsando la actividad del Ayuntamiento
de Sagunt. Lo que pretendía ser un arma para un mayor control del
dinero público se ha convertido en un arma arrojadiza contra
centenares de proveedores del Consistorio, que han visto paralizados
sus contratos y facturas ante un pleno desconocimiento de lo que
deben hacer con tal de solucionar esta situación.
Los propios concejales de
Hacienda y Contratación, Enric Ariño y Pepe Gil, respectivamente,
han afirmado que la nueva Ley de Contratos “ralentiza” y
“entorpece” el funcionamiento normal del Consistorio. “Con la
nueva ley cualquier gasto tiene que estar avalado por un contrato”,
ha detallado el edil de Hacienda.
Antes de que entrara en vigor
la nueva ley, los ayuntamientos podían firmar contratos directos
para obras que no superasen los 50.000 euros y en servicios por un
coste inferior a los 18.000 euros (siempre sin contar el IVA). Con la
nueva Ley de Contratos del Sector Público, estas cantidades se han
visto reducidas pasando a 40.000 euros para obras y 15.000 para
servicios.
Colapso
El Congreso de los Diputado
aprobó este cambio legislativo en octubre de 2017 y adapta al
ordenamiento jurídico español a las directivas europeas en materia
de contratación. El objetivo es mejorar la transparencia, la
agilidad y el control en las adjudicaciones, limitando la posibilidad
de contratación sin publicidad y estableciendo la obligación de la
factura electrónica y la posibilidad de pago directo de la
administración a los subcontratistas. Pero lejos de esta realidad,
el resultado de su aplicación está siendo totalmente el contario.
De hecho, con esta
modificación, la carga de trabajo ha colapsado los departamentos de
los ayuntamientos, como es el caso del Consistorio de Sagunt, que
ante la poca claridad de la ley y la inseguridad que genera, según
han denunciado algunos funcionarios, “nos acogemos a la lectura más
restrictiva”. “A los trabajadores les está costando cogerse a
esta nueva metodología de trabajo y lo que antes se podía hacer sin
ningún contrato previo, con una contrafactura, ahora se han
aumentado los controles y todo ha de pasar por Intervención y
Tesorería y hacer los contratos pertinentes”, apunta el concejal
de Hacienda.
Burocracia
Esta situación está
afectando a centenares de proveedores del Ayuntamiento de Sagunt, que
han visto paralizados sus contratos de obras y servicios ante la
aplicación de la nueva Ley de Contratos del Sector Público. “Lo
que pretende la ley es que todo salga a licitación y haya más
controles, lo que está bloqueando el pago a muchos proveedores”,
ha lamentado el edil de Contrataciones. Uno de los casos más
kafkiano fue la revisión de la ITV de uno de los coches oficiales
del Consistorio, que no podía realizarse sin un contrato previo. Hay
una consecuencia perversa: el propio Ayuntamiento incumple la Ley de
Morosidad que obliga a pagar a los proveedores antes de 30 días.
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