Archivo EPDA. La obesidad, que afecta en la Comunitat Valenciana a un 18,8 % de la población -1,4 puntos por encima de la media- y representa una de cada tres consultas al nutricionista, es un factor de riesgo y desencadenante de enfermedades como problemas cardiovasculares, hipertensión, diabetes o cáncer.
Así lo señala el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), que con motivo de la celebración mañana del Día Mundial contra la Obesidad, insiste en la necesidad de apostar, desde edades tempranas, por la Educación Alimentaria "para acabar con esta pandemia".
Para hacerle frente, la entidad colegial demanda la inclusión de los dietistas-nutricionistas en el sistema sanitario público, además de mayor control sobre la publicidad engañosa en horario infantil, ya que es una de las principales causas del exceso de peso entre los menores de edad.
Paula Crespo, presidenta del CODiNuCoVa, afirma en un comunicado que las consultas al nutricionista "no son para perder esos "kilitos" de más que sobran. La obesidad es una enfermedad, con una alta prevalencia".
Además, es "un factor de riesgo y desencadenante de otras enfermedades como hipertensión, problemas cardiovasculares, diabetes o incluso cáncer".
Según Crespo, quienes padecen obesidad "tienen peor calidad de vida que las personas que se encuentran en un peso adecuado, y también una mayor tasa de mortalidad, por lo que es vital realizar acciones que le pongan freno".
"Hace falta apostar por la educación alimentaria desde la infancia, cuando es más fácil adquirir hábitos", indica Rafael Birlanga, vicepresidente del Colegio.
Según Birlanga, España "siempre ha ido con la dieta mediterránea por bandera y ahora mismo somos el segundo país de la Unión Europea con más casos de obesidad, algo no se está haciendo bien".
A su juicio, "enseñar a comer bien y a realizar elecciones saludables es uno de los retos que marcan los dietistas-nutricionistas".
Para lograrlo, reclaman su integración en el Sistema Nacional de Salud como un servicio sanitario más, accesible para toda la población.
"El Ministerio de Consumo publicó recientemente su estudio ALADINO, del que se desprendía que hay una diferencia de 11 puntos porcentuales entre aquellos niños de familias de rentas bajas que sufren obesidad, un 23,2 %, y los de familias con altos ingresos, un 11,9 %", recuerda Birlanga.
Según indica, si se contara con los dietistas-nutricionistas en el sistema sanitario público "toda la población, independientemente de su capacidad económica, podría beneficiarse".
Desde el CODiNuCoVa apuntan, además, a la publicidad engañosa como otra de las causas del aumento de la obesidad, principalmente entre menores, y piden un mayor control e incluso limitar su exposición en horario infantil.
"¿Por qué no vemos anuncios de zanahorias, peras o legumbres frescas asociadas a valores como la amistad, la fortaleza o la diversión cómo si ocurre con los productos ultraprocesados?", se pregunta Paula Crespo, que considera necesario "un mayor control de la publicidad engañosa e incluso limitarla en determinadas franjas horarias".
De hecho, tal y como se desprende del informe "¿Cómo comemos en la Comunitat Valenciana?" elaborado por el CODiNuCoVa, la alimentación de los menores de 18 años es catalogada como "mala" por los especialistas y el principal motivo de esta puntuación es la publicidad engañosa.
La lista de la compra debe incluir frutas y verduras de forma diaria en la alimentación, alimentos proteicos como huevo, pescado, legumbres o carne en comidas y cenas, priorizar los cereales integrales a los refinados y evitar el consumo de ultraprocesados.
Desde el CODiNuCoVa aconsejan guiarse por el plato de Harvard para organizar una comida saludable: 50 % verduras; 25 % de cereales integrales; y 25 % proteína. EFE
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