Merche Murgui, gerente del restaurante Abadia de la Pau, brinda con un Maroh 2007 con Juan Pedro Vázquez. FOTO P. V.
El Maroh 2007, una auténtica joya de arte para el paladar. FOTO P. V.Bodegas Ocnos se ha convertido en muy pocos años en un referente del vino de calidad gracias a la pasión que transmiten sus socios, tres empresarios de la construcción -grandísimos aficionados al buen caldo-, un enólogo y un publicista. El Periódico de Aquí ha conversado con Juan Pedro Vázquez, perteneciente al primer grupo, gran catador que se metió a productor de vino de calidad tras un viaje enológico por la Bodega San Román, Arzuaga, Lyon y Marqués de Riscal. En el transcurso de una comida en Abadia de la Pau (carrer d'En Sala, 4, Valencia), uno de los restaurantes de Valencia donde se puede disfrutar de este vino, Vázquez relata con entusiasmo cómo un constructor acaba siendo productor de vino, produciendo dos vinos fantásticos: el tinto Maroh, 100% Tempranillo y el blanco Crysos, 100% uva viura, y actualmente introduciéndose en Francia, Alemania y China.
La aventura comenzó en 2004. Tras aquel viaje enológico de los dos ingenieros de camino y el publicista, ''acabamos yendo a una bodega de Mendavia, donde nos dieron a probar uno de los mejores vinos blanco recién fermentado. Estaba en depósito y cuando lo probé me dije ''Díos mío de mi vida, qué maravilla''. Decidimos comprarlo todo, lo metimos en barrica nueva de roble francés durante seis meses. Lo introdujimos en una botella normal tipo Burdeos e hicimos el primer Crysos 2004, que fue tan bueno que decidimos no comercializarlo. Son sólo 1.800 botellas para amigos y consumidores del resto de nuestros vinos. Es un auténtico espectáculo y lo será durante los próximos 20 años'', comenta entusiasmado.
Una vez creada la sociedad, nació el primer ''vino real'', el Crysos 2006, un vino blanco maravilloso con 5 meses de fermentación en barrica nueva de roble francés. Resultado: 6.000 botellas vendidas. El nombre también tiene fundamento. Tras un viaje a Turquía del publicista y del propio Vázquez pensaron en un nombre que rememorara al color oro viejo intenso, que acabó siendo 'Crysos', en griego. Tras el 2006 llegó la añada del 2007 y otras 5.000 botellas. ''Las siguientes añadas no han sido de la calidad necesaria y, por eso, decidimos no hacer vino, ya que queremos que nuestro vino sea siempre el mejor'', señala, porque ''esto no es un negocio al uso. Se trata de crear un vino que dé placer y haga sentir bien a la gente. Si no me gusta un vino, no se vende''.
Tras el éxito y la satisfacción del blanco, llegó la pregunta: ¿por qué no uno tinto? Y con ella, la gran duda: ''¿un Rioja clásico, Rioja no Rioja o un Rioja moderno y adaptado al gusto moderno y al nuestro?''. La respuesta: un vino de altura, calidad, moderno. Y nadie mejor que uno de los padres de la criatura para envolvernos con su pasión por el resultado: ''un vino en el que predomina la fruta, el terreno, que sea Rioja pero que tenga crianza importante que le dé una complejidad que te haga pegar un sorbo, otro y a medida que bebes más y más te vaya sorprendiendo en cada copa, que crezca con la comida. Se trata de que cada vez notes el cuerpo sedoso pero el postgusto te haga salivar y te apetezca beberlo. Ese es el concepto, porque nosotros hacemos el vino que nos gustaría beber y recomendar''. El resultado es el Maroh 2006.
El segundo hijo fue fruto de un largo parto, que incluyó participar en el proceso de selección de la uva, por lo que se fueron a la vendimia y le trasladaron al enólogo qué concepto perseguían: un Rioja más moderno, con mayor color, más aromas, más fruta y una lágrima preciosa. Siguieron el proceso de fermentación y revisaron hasta el último detalle. Visitaron las bodegas Mauro y probaron un vino tan fantástico que decidieron comprar la mejor barrica: roble americano nueva, roble francés nueva y usada de roble americano y francés pero sólo hasta tres años de uso. El tiempo en barrica fue a la cata: ''Catamos cada barrica y cuando nos creemos que ese vino está en condiciones, se estabiliza en depósito y se embotella, no menos de 16 meses en barrica y no menos de 16 meses en botella para que el vino madure, antes de su comercialización'', explica.
Tras el del 2006 llegó el Maroh 2007. Y también este otoño llegará el Maroh 2008 y una sorpresa exclusiva, el MAROH 2007 SSelección Especial, con sólo 3.000 botellas y de calidad excepcional, un vino espectacular, fantástico, un larga crianza o lo
que la gente llamaría gran reserva.
Vinos fantásticos que se pueden degustar en restaurantes tan interesantes de Valencia como el Riff o el Abadia de la Pau, pero que se pueden adquirir a través de www.bodegasocnos.es. Con tal calidad y la pasión de sus creadores, no es de extrañar que Bodegas Ocnos haya introducido estos vinos en Alemania y Francia y, más recientemente, en China, donde ya han comercializado 10.200 botellas, amén de incursiones en Estados Unidos, México y Hong Kong.
Pero el proceso de expansión no termina en la exportación, sino que Bodegas Ocnos tiene previsto hacer una garnacha en el año 2013, ''si encontramos el sitio adecuado en el Campo de Borja. Nuestra ilusión es aumentar el negocio a otras Denominaciones de Origen y darles ese toque tan personal que hace de nuestro vino un caldo diferente''.
Visto el entusiasmo que te contagia Juan Pedro Vázquez, no sólo harán una garnacha, sino que harán otro vino espectacular, como el Maroh 2007 del que nos acabamos de beber dos botellas en un excepcional restaurante que, en tan sólo dos meses de vida, se ha convertido en todo un referente gastrónomico de la capital del Turia.
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