Área donde se ubicará la planta. FOTO: EPDA El PSPV de la Pobla
de Vallbona ha denunciado que el equipo de gobierno ha dado luz verde al
proyecto de construcción de una planta de valorización y tratamiento de
residuos animales y vegetales en la partida del Safareig. El futuro recinto
ocupará una extensión de 9.932 metros cuadrados de terreno no urbanizable, de
los que una parte importante se hallan radicados sobre suelo forestal.
Los vecinos de la
urbanización de la Rascanya, que linda con el perímetro de la futura planta,
han iniciado a movilizarse con la recogida de firmas contra la instalación de
los residuos animales al entender que producirá enormes molestias y ruidos,
especialmente los olores que se desprenderán por la presencia de este tipo de
residuos. Las firmas presentadas en el ayuntamiento intentan paralizar el
citado proyecto de esta empresa privada.
El PSPV ha lamentado
que la alcaldesa "impone, una vez
más, su criterio en lugar de consensuar y dialogar un proyecto que producirá un
impacto sobre el entorno, especialmente porque se trata de un suelo que está
afectado por su valor ecológico y forestal y, por tanto, se debe respetar este
paraje ya que en la Pobla no abundan este tipo de ecosistemas y el PP no se
caracteriza por una defensa efectiva de nuestro medio ambiente".
La planta prevé el
tratamiento de hasta 15.000 toneladas de residuos al año de los que 9.500 serán
de estiércoles y los restantes 7.500 serán residuos vegetales y madera que se
distribuirán en unas instalaciones en cuyo interior existirá una zona de
descarga, otra de trituración, un área de acopio, una nave de compostaje, una
balsa de lixiviados, una zona de acopio de material terminado y una zona de
conexión.
El proceso
industrial que se llevará a cabo en el interior de la planta, según el proyecto
presentado, se inicia con la llegada de estiércoles y residuos vegetales
mediantes camiones de gran tonelaje que se depositan en naves separadas. Los
vegetales se trituran para obtener materiales finos que, posteriormente, se
mezclan con los estiércoles del que se obtienen lodos tras un compostaje de 28
días. Estructurados en montones de 3 metros de altura, estos lodos se destinan,
principalmente, a explotaciones agrícolas.
Los vecinos
afectados por la instalación temen que esta planta sea en el futuro un
generador de problemas para la convivencia como los ruidos, las vibraciones, el
polvo, los olores, los humos y los gases.
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