Mujer sin hogar durmiendo en la calle en invierno. CÁRITAS Actualmente tener energía eléctrica no es un lujo si no una necesidad. La iluminación, el agua caliente, la cocina y la calefacción de la mayoría de hogares funcionan con electricidad. la crisis economómica española, unida a la subida incesante del recibo de la luz de los últimos años -España es el cuarto país con las tarifas de electricidad y gas más caras de Europa-, ha provocado que a muchas familias le corten el suministro, abocándolos a lo que se conoce como probreza energética. Esta situación está provocando muertes y por este motivo las organizaciones solidarias e incluso las Administraciones públicas intentan paliar esta situación aportando ayudas económicas.
Al respecto, Cáritas Parroquiales de l’Horta Sud, uno de los organismos más volcados en la protección de los más desfavorecidos, ha visto más que duplicada su partida de ayudas ivertidas en vivienda y suministros en sólo tres años, pasando de 25.890 euros en el 2012 a 64. 110 euros en el 2015. También el número de benficiarios ha aumentado escandalosamente, de los 4.726 de hace cuatro años a los 6.402 del año pasado. Destacan las cifras del año 2014 en l’Horta Sud cuando Cáritas aportó en ayudas 80.659 euros. Desde este organismo sin ánimo de lucro explican que en estas partidas económicas se incluyen las aportaciones para alquileres y pago de suministros (luz, agua, gas...).
La Diputación de Valencia, a través del área de Inclusión Social que dirige la diputada Rosa Pérez Garijo, también ha comenzado a contemplar este problema en las cifras destinadas a Servicios Sociales. “En 2016 hemos realizado convenios específicos con cada Ayuntamiento por las ayudas contra la pobreza energética pero para el próximo año vamos a incluirlo en los convenios generales. Es algo prioritario, no puede ser que haya familias que tengan que limitar la luz y la calefacción por no poder pagar las tarifas, siendo un bien de primera necesidad. Hay gente que muere por este motivo”, explica a este periódico la diputada provincial.
Ayudas de Diputación
La Diputación ha invertido en l’Horta Sud en 2016 casi 80.000 euros dirigidos a paliar la pobreza energética de numerosas familias. En total han sido siete Ayuntamientos los que se han acogido a la convocatoria del pasado junio: el Consistorio de Albal ha recibido 11.458 euros; Alcàsser 13.660 euros; Massanassa 16.558 euros, Picanya 11.921 euros, Sedaví 16.558 euros; Beniparrell 1.076 euros y el de Silla 8.737 euros.
Pero estas ayudas sólo sirven para paliar temporalemente el problema que continúa agrvándose debido a la precariedad económica de muchas familias. La solución pasa por “incidir en otro tipo de políticas energéticas y que las compañías no puedan cortar la luz a las familias que no peudan pagar las tarifas. Además, el Gobierno debería proteger a las personas y no a las grandes eléctricas”, añade Rosa Pérez Garijo, diputada de Inclusión Social.
Plataforma ciudadana
La ciudadanía se ha agrupado para exigir a las autoridades estatales unha solución a los problemas de los cortes de suminsitro. A través de la Plataforma No más Cortes de Luz, formada por más de 25 organizaciones sociales, ciudadanas, ecologistas, vecinales, de consumidores, sindicatos y partidos políticos, se canalizan las demandas que se trasladan al Ejecutivo. Entre sus peticiones están las de prohibir los cortes de luz a familias con problemas económicos, acabar con los abusos tarifarios con precios asequibles regulados por el Gobierno y creación de una nueva tarifa social de carácter reducido asumida por las eléctricas, entre otras. En este sentido, el pasado 21 de diciembre se celebraron diversas manifestaciones y actos de protesta para hacer visible este problema que en España afecta a millones de personas y en la comarca de l’Horta Sud, a más de 6.500 personas“.
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