Gente con mascarillas. EPDA
“¿Y tú?¿Esperas tu
turno?” Con este breve y desafiante mensaje, el Ayuntamiento de
Xirivella activa su tercera campaña de concienciación en poco más
de una semana sobre el uso de la mascarilla. El “turno” alude a
la probabilidad de ser cazado antes o después sin la protección
buconasal y, en consecuencia, recibir la correspondiente sanción de
100 euros.
Desde el pasado día 21 la Policía Local ha tramitado más
de 80 multas, principalmente entre jóvenes. “Xirivella ha sufrido
ya un brote social de coronavirus detectado en una celebración
privada; no queremos más brotes y haremos lo que esté en nuestras
manos por impedirlo”, asegura el alcalde Michel Montaner. “No nos
gusta multar, pero no admitimos incumplimientos en un asunto tan
serio”, enfatiza el primer edil.
La secuencia de hechos en
Xirivella no difiere de la mayoría de municipios. Tras la decisión
de la Generalitat de imponer el uso obligatorio de la mascarilla en
los espacios públicos, la Concejalía de Seguridad Ciudadana ordenó
a la policía acciones pedagógicas durante un par de días.
Al
tercer día, coincidiendo con la difusión pública del brote
detectado en la localidad, se cursó la directriz sancionadora.
“Hemos reforzado la presencia policial en la franja de 18 a 22
horas, la más frecuentada en tiempo estival”, cuenta el concejal
del ramo, Vicent Sandoval. “La colaboración ciudadana también
está siendo muy útil, ya que en ocasiones nos llegan noticias sobre
concentraciones de personas sin mascarilla en algún punto de la
ciudad; en esos casos la multa es la única opción”, detalla.
El brote social de Xirivella,
localizado en una fiesta juvenil de cumpleaños, disparó las alarmas
en el municipio. De los tres positivos inicales se pasó, tras un
rastreo de contactos, a doce. Los últimos datos apuntan a la
estabilización de los contagios.
Las campañas de concienciación
impulsadas por el consistorio exponen con toda crudeza los peligros
derivados del incumplimiento de las normas. En la primera se atacaba
la inconsciencia de la juventud, recordando que su inmunidad frente
al virus es directamente proporcional al riesgo de muerte de un
familiar de edad avanzada. En la segunda se ironizaba sobre la
incapacidad de los gobernantes o de la propia policía. Y en esta
última se establece una suerte de cuenta atrás que conduce
irremediablemente a la sanción. Más de 80 multas y la cifra sigue
creciendo.
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