Vehículo policuial. EPDA Agentes de la Policía
Nacional han asestado un duro golpe a la mafia china en la Comunitat
Valenciana. La investigación se ha desarrollado en siete fases en
las que se han producido 81 detenciones, se han aprehendido 22.463
plantas de marihuana, se han desmantelado 19 naves industriales de
producción y se han intervenido 61.000 euros en efectivo. En la
última fase, desarrollada recientemente, los agentes han detenido a
30 personas en Valencia, Madrid, Albacete, Aspe (Alicante) y Elche
(Alicante). La organización desmantelada, compuesta por ciudadanos
de origen chino, se dedicaba a la producción de marihuana mediante
el alquiler de naves en polígonos industriales -radicados
principalmente en la Comunitat Valenciana- y a su posterior
exportación a países de la U.E. Además, el entramado operaba en
“células” con idéntico modus operandi y misma técnica de
seguridad. La investigación, por otra parte, ha permitido liberar a
36 personas víctimas de explotación laboral, a las que los
responsables de la organización tenían trabajando en condiciones
precarias, 24 horas al día, todos los días de la semana. Asimismo,
han sido liberadas 13 mujeres que se encontraban en pisos sometidas a
explotación sexual.
La investigación se
inició en febrero del presente año, si bien es extensión de
pesquisas previas que ya habían evidenciado la existencia de una
organización criminal de origen chino dedicada, presuntamente, a la
producción y exportación de marihuana. Los agentes tuvieron
conocimiento de la existencia de nuevos grupos, integrados en el seno
de dicha organización, conformados por ciudadanos chinos que
centraban su actividad productiva de marihuana en naves alquiladas de
diversos polígonos industriales radicados, principalmente, en la
Comunitat Valenciana.
La organización operaba
en “células” con el mismo modus operandi
Los agentes observaron que
la organización operaba a través de diferentes grupos que,
aparentemente, desarrollaban su actividad criminal de forma
independiente, adoptando el sistema de “células”. Sin embargo,
la investigación ha permitido acreditar patrones comunes que
permiten interrelacionarlos.
Todos ellos utilizaban la
misma empresa de mensajería privada para enviar la mercancía al
exterior, así como idéntico modus operandi en la
exportación: similitud en el embalaje de los paquetes, descripción
del producto como ropa, pesaje de unos 10 kg y misma técnica de
envasado interior. Además, el proveedor del material necesario para
el cultivo y acondicionamiento de las naves de producción era, en
todos los casos, la misma persona. Por otra parte, empleaban el mismo
método para el transporte de la infraestructura hacia las naves,
alquilando coches y furgonetas en casas de Valencia y/o Madrid por
breve espacio de tiempo. Asimismo, todas las células coincidían en
el empleo de la misma técnica de seguridad, consistente en el
alquiler de pisos sin habitar que utilizaban ex profeso como
“depósito” de la mercancía y del material necesario para el
embalaje de la marihuana y su envío a otros países.
La investigación, además,
puso de manifiesto que los diferentes grupos se valían de las mismas
personas para el montaje de la infraestructura productiva de las
naves de alquiler y de la misma persona para el envío de los
paquetes de marihuana desde España a Reino Unido y Holanda. Los
agentes también observaron una coincidencia reiterada en los nombres
de los destinatarios así como en las direcciones de entrega de los
paquetes de marihuana con destino Reino Unido. Por último,
comprobaron que diversas personas de las distintas células
investigadas se interrelacionaban entre sí.
2.200 kilos de marihuana
exportados a Inglaterra, Escocia y Holanda en el curso de un año
Los responsables de las
células tenían una doble residencia en Valencia y Madrid, siendo
constantes sus desplazamientos entre ambas ciudades. En Valencia,
además, disponían de cuatro domicilios que utilizaban únicamente
como “depósito” para almacenar, envasar y preparar la marihuana
para su envío al extranjero. En los registros de estos depósitos,
los agentes localizaron 45,6 kg de marihuana en cogollos así como el
material necesario para su preparación y envasado.
La investigación
evidenció que la marihuana era cultivada o adquirida en España y
exportada a otros países de la Unión Europea, principalmente Reino
Unido (Inglaterra y Escocia) y Holanda. El método de exportación se
canalizaba a través de diversas empresas privadas de paquetería
simulando ser envíos de otros productos, generalmente ropa. Para
satisfacer la demanda, los grupos investigados se desplazaban a otras
provincias de nuestro país como Jaén, Sevilla, Cádiz o Toledo para
comprar a otros proveedores partidas de marihuana que, a su vez,
reenviaban por el método anterior al extranjero.
Los agentes han acreditado
que, entre 2018 y 2019, esta organización ha enviado a Europa 325
paquetes que contenían unos 4.200 kilos de marihuana. Además, en el
curso de la investigación, se han intervenido judicialmente cinco
paquetes -enviados por los diferentes grupos y con destino a Reino
Unido y Holanda- conteniendo todos ellos marihuana y arrojando un
peso total de 35 kilos.
Desmanteladas 19 naves
industriales de producción en la Comunitat Valenciana
Los investigadores han
confirmado que los diferentes grupos de la organización operaban en
la Comunitat Valenciana, al menos, desde principios de 2018. Además,
han constatado que ninguno de los componentes de los grupos realizaba
actividad laboral remunerada alguna; presuntamente se dedicaban, de
forma exclusiva, al cultivo y supervisión de plantaciones indoor
en diferentes poblaciones de la Comunitat Valenciana. Con el curso de
la investigación, los agentes han detenido a los responsables de los
diferentes grupos y han desmantelado la infraestructura de 19 naves
industriales ubicadas en diferentes localidades de Valencia,
Castellón, Alicante y Albacete.
36 víctimas liberadas de
explotación laboral
Los investigadores
localizaron y liberaron a 36 ciudadanos chinos y vietnamitas en las
naves, donde se encontraban sometidos a condiciones degradantes y de
“semiesclavitud”. Además, comprobaron que carecían de
documentación y que habían sido trasladados a España de manera
clandestina para ser explotados y utilizados como mano de obra barata
para realizar actividades delictivas.
La organización abusaba
de la situación de necesidad y vulnerabilidad de estas personas; se
aprovechaba de su situación irregular en España, de la carencia de
documentación, el desconocimiento del idioma, la cultura y las
costumbres españolas y de su ausencia total de relaciones sociales
para que tuvieran que aceptar los trabajos, condiciones y normas
impuestas por los responsables. Además, los agentes comprobaron que
las condiciones de habitabilidad en el interior de las naves eran muy
precarias, insalubres y con deficitarias condiciones de higiene.
Las jornadas de trabajo
eran de 24 horas diarias, durante todos los días de la semana,
debido a la necesidad de controlar permanentemente la temperatura,
humedad, abono, poda, etc., de las plantas de marihuana así como de
garantizar la seguridad de la producción, evitando la intrusión de
terceros.
Algunas de las víctimas
han relatado que no podían salir a la calle ni comunicarse con el
exterior; únicamente recibían comida para poder seguir trabajando
como auténticos esclavos. Asimismo, les prometieron un salario de
500 euros que nunca recibieron y, tras arrebatarle su documentación
y su maleta, les obligaron a trabajar en condiciones de absoluta
precariedad sin contrato de trabajo ni otro documento similar.
13 mujeres víctimas de
explotación sexual liberadas
Los investigadores
liberaron a 13 mujeres halladas en los seis pisos que la organización
controlaba en Valencia, Sedaví, Alcira y Denia. Todas ellas eran de
origen chino y ejercían la prostitución bajo coacción. Habían
sido captadas en sus países de origen bajo falsas ofertas de empleo
y, una vez en España, habían sido explotadas y obligadas a
prostituirse para abonar la deuda contraída del viaje. Algunas de
las víctimas reconocieron que habían sido trasladadas desde Madrid
a Valencia y que, periódicamente, eran cambiadas de lugar.
La investigación puso de
manifiesto que la organización tenía a las víctimas aisladas de la
sociedad, encerradas en viviendas que eran controladas por
integrantes de la misma. De esta forma, conseguían desarraigarlas de
cualquier red de apoyo social -amigos, compatriotas, vecinos o
clientes- para tener el control total sobre ellas y lucrarse con su
explotación. Además, las mujeres carecían de documentos de
identidad identificativos y, pese a llevar tiempo en España y estar
ejerciendo la prostitución, muchas de ellas carecían de dinero. La
explotación sexual era permanente, siendo obligadas a ejercer la
prostitución simulada bajo la práctica de masajes, a cualquier hora
del día o de la noche, siempre que fueran requeridas por algún
cliente.
Los agentes constataron
que las víctimas liberadas carecían de medios económicos, así
como de la posibilidad de obtenerlos de manera lícita, por
encontrarse en situación irregular y no contar con autorización de
residencia ni trabajo. Asimismo, tal como han relatado las propias
víctimas, tenían que estar disponibles las 24 horas del día, sin
periodos de descanso; tampoco contaban con la posibilidad de
descartar practicar sexo con determinados clientes y eran amenazadas
con castigos si incumplían las normas. Por otra parte, la mitad de
lo que cobraban a sus clientes por los servicios que prestaban tenía
que ser entregado para la “casa”.
81 personas detenidas y
22.463 plantas de marihuana aprehendidas
Tras un año y siete
fases, la investigación ha finalizado con la detención de 81
personas, 29 de las cuales han ingresado en prisión, y la
aprehensión de 22.463 plantas de marihuana con un peso aproximado de
3.432 kilos. Por otra parte, los agentes han desmantelado 19 naves
industriales de producción y liberado a 36 varones que se
encontraban sometidos a explotación laboral en ellas, además de
liberar a 13 mujeres víctimas de explotación sexual en seis
viviendas. Asimismo, se han realizado 57 entradas y registros -19 de
ellas en naves y chalés con plantaciones activas- y se han
intervenido 80,6 kilos de cogollos de marihuana, entre depósitos y
remesas, y 61.022 euros en efectivo.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia