Foto interior oficina registrada./PDA
Agentes de la Policía
Nacional, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid, han
desmantelado un “chiringuito financiero” que operaba en Madrid y que ha
estafado a ciudadanos de toda España. Hasta el momento se ha realizado un
registro en una oficina ubicada en la ciudad de Madrid, en la que trabajaban
once personas y se ha detenido e identificado a la mayoría de los captadores y
brókeres de la organización.
Los investigados
se hacían pasar por una empresa de servicios de inversión autorizada en un país
de la Unión Europea, de modo que podían sortear la cautela que todo inversor
debe realizar antes de invertir en productos financieros. Antes de realizar
cualquier inversión, es aconsejable consultar los registros de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores tanto sobre entidades advertidas como
registradas.
Los contactos con los clientes se
iniciaban a través del método de la “llamada fría”
Como en
anteriores “chiringuitos”, los investigados se hacían pasar por brókeres con
resultados incontestables a la hora de realizar inversiones. Pese a que muchos
de ellos suelen carecer de conocimientos en materia económica, suplen esa insuficiencia
con guiones en los que articulan extensos supuestos de preguntas y respuestas
en las que solucionan cualquier objeción que un cliente pueda presentar, desde
el método de inversión hasta el modo de conseguir dinero para invertir. Así
consiguen orientar la conversación a su propósito defraudador.
El chiringuito
ofrecía inversiones principalmente en el mercado de divisas (Fórex) bajo la promesa
de altas rentabilidades, acompañada de una garantía de cobertura ante posibles
pérdidas. Los contactos con los clientes se iniciaban a través del método de la
“llamada fría”, es decir, llamadas inesperadas, en las que usan nombres falsos o
parcialmente correctos, en las que ofrecían sus servicios, y continuaban, para
los más reticentes, con reuniones convocadas en Madrid con los estafados.
Toda la puesta
en escena tenía un objetivo: la captación de clientes para que transfieran su
dinero a una de las cuentas de la organización. Y esa captación se lograba con
la confianza generada en el cliente, que le animaba a aceptar la propuesta de
la empresa, a la que cedían la gestión de las inversiones.
Para explicar el
método empleado por los investigados, pueden servir de guía los puntos que la
Comisión Nacional del Mercado de Valores marca en su decálogo para evitar
chiringuitos financieros, disponible en el enlace https://www.cnmv.es/portal/inversor/Decalogo-chiringuitos.aspx
Utilizaban elementos propios de la negociación de alta frecuencia
Una vez que el
cliente realizaba la primera inversión, desde la empresa se le asignaba una
cuenta en una plataforma de internet en la que se le concedía una cuantía
idéntica a la transferida por el cliente. En poco tiempo las inversiones solían
tener buenos resultados, la cuenta multiplicaba sus beneficios, y era habitual
que el cliente fortaleciese su posición mediante nuevas aportaciones, que en
algún caso se acercaron al medio millón de euros.
Los investigados,
quienes actuaban como gestores de la cuenta de los clientes, realizaban
numerosas inversiones, que en algunos casos superaban los siete centenares en
un mes, con ganancias interesantes para los clientes. Sin embargo, cuando el
cliente requería un reintegro de los beneficios era cuando se mostraba la artimaña.
Hasta ese
momento las inversiones realizadas por los gestores consistían en inversiones
prudentes, tanto en cuantía invertida como en el tipo de divisa - el euro, el
dólar o el yen -.
Tras la petición
del cliente, los defraudadores se excusaban para no pagar de forma inmediata a
la par que modificaban la estrategia de inversión, que pasaba a ser muy
arriesgada, tanto en moneda, como en cuantía o lotaje, de modo que la pérdida
se hacía inevitable.
En este punto
utilizaban elementos propios de la negociación
de alta frecuencia, como es ejecución de numerosas posiciones casi
simultáneas a la par que se mantiene cada posición de inversión en períodos
breves de tiempo. De este modo, el cliente, que no controlaba la inversión, lo
único que podía hacer era ver cómo su dinero se esfumaba en apenas diez
minutos.
La investigación y desarticulación
La investigación
comenzó en enero de 2019 a raíz de una denuncia presentada en la comisaría de distrito
de Vigo–Traviesas por una presunta estafa valorada en 36.000 euros. A partir de
ese momento se detectaron nuevos afectados, hasta llegar a los quince afectados
por un valor defraudado que ronda los dos millones de euros.
Como sucede en
este tipo de investigaciones la Policía Nacional ha focalizado su trabajo en el
estafado, del que ha conseguido información muy útil a la hora de determinar
los datos identificativos de los embaucadores y este método de defraudación
novedoso, que se aplicará a otras investigaciones de este cariz.
Finalmente,
después de un año y medio de investigación, el día 15 de julio de 2020 la
Policía Nacional, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 10 de
Madrid, ha realizado un registro en la oficina de la supuesta empresa de inversión,
ubicada en Madrid, se ha detenido a dos personas y se han identificado a otras nueve.
En la operación
la Policía Nacional ha incautado documentación relacionada con los hechos
delictivos investigados, en especial las listas y fichas de clientes, en las
que se incluyen comentarios sobre la actitud del cliente como “nos escucha” o “pardillo”, típicas de las “sucker
lists” o listas de tontos. También se han embargado las cuentas bancarias de
los principales investigados. Con esta información los investigadores esperan
constatar un número mayor de afectados y un incremento de la cifra defraudada.
Finalmente se
comprueba que los defraudadores pulen el engaño empleado para defraudar, como
así lo demuestra la inteligencia obtenida durante las investigaciones de los seis
chiringuitos más importantes desmantelados por la Policía Nacional en 2011, 2014
(dos), 2018 (dos) y 2020, hasta llegar a técnicas que dificultan el cotejo de
la información por parte de los investigadores, como sucede con este esquema
fraudulento, que es, a todas luces, una técnica de fraude novedosa en el
momento de la investigación, a la espera del próximo chiringuito financiero.
Colaboración con la Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV)
En la habitual
de la colaboración entre la CNMV y la Policía Nacional en la protección de los
mercados de valores y de los inversores, especialmente los minoristas, se ha
trabajado conjuntamente a la hora de obtener información sobre el entramado
investigado. En este sentido la CNMV ha publicado una advertencia como
chiringuito financiero de la empresa sobre la que pivotaba la investigación.
Colaboración ciudadana
Nuevamente la
Policía Nacional recuerda que es fundamental la colaboración ciudadana en la
prevención y detección de este tipo de fraudes, para así disponer de primera
mano de toda la información sobre estas organizaciones.
Asimismo, se
indica que desde el inicio de la pandemia del coronavirus se han incrementado
las advertencias de la CNMV sobre chiringuitos, y se estima que el periodo de
confinamiento puede servir de base para una nueva ola de casos de este tipo de
fraude.
Por ello se
recuerda que si algún cliente se sintiera perjudicado por un chiringuito
financiero, la UDEF recomienda ponerse en contacto con la Comisión Nacional del
Mercado de Valores a fin de advertir sobre esta situación y con la Policía
Nacional al objeto de interponer denuncia.
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