Miquel Roca analizó en su intervención si existe equilibrio entre la libertad de información y la garantía de los derechos humanos. FOTO: EPDA.
El
abogado, uno de los padres de la Constitución de 1978, ha cerrado con su
intervención el Ciclo de Conferencias que la Academia Valenciana
de Jurisprudencia y Legislación ha organizado con el objetivo de que
prestigiosos especialistas reflexionaran sobre temas cardinales del orden
jurídico: el derecho y sus garantías, el derecho público y sus fracturas y la
transformación del proceso civil y sus repercusiones.
En
esta ocasión, Miquel Roca afirmó que actualmente se está rompiendo el
equilibrio entre la función del legislador de elaborar la norma; del juez, de
aplicarla y de los medios de comunicación, lo que conduce a potenciar la
existencia de juicios paralelos a los acometidos por los operadores de la Justicia. En su
opinión, “la convivencia democrática puede verse alterada por el desequilibrio
de los valores mencionados, y éste no es un fenómeno exclusivo de España, pero
aquí este desequilibrio tiene mayor riesgo, ya que tenemos una menor cultura
política”.
El
ponente expuso los inconvenientes de una sociedad mediática como la nuestra. “El
político confunde el interés general con lo que agrada a la gente, porque el
ciudadano percibe una realidad mediatizada por el papel de los medios de
comunicación”. Según Roca, existen riesgos externos, ya que “a través de la
presencia informativa sobre los juicios, hay una posibilidad real de influir en
la necesaria independencia e imparcialidad de los Tribunales de Justicia”. El
ponente fue tajante al afirmar que actualmente lo que se ha destruido
completamente es la presunción de inocencia, “nadie la respeta”. “La resolución
judicial se presenta socialmente a través de los medios, se anticipa el
veredicto y destruye el derecho de defensa de toda persona”. Además, según el
abogado el derecho de rectificación no sirve hoy para nada.
Según
Miquel Roca, el Tribunal Constitucional, “acertadamente”, sentó una doctrina
muy permisiva con el derecho a la libertad de información, pero además debería
haber garantizado también otros derechos fundamentales, tales como el derecho a
la intimidad, a la imagen, al honor. “El secreto no existe en el proceso
judicial, la condena social existe antes, durante y después del veredicto y
esta situación ha provocado el descrédito de la Justicia, algo que un Estado de
derecho no puede permitirse”.
Respecto
al papel de los medios de comunicación, el ponente afirmó que el límite a la
libertad de información debe ser la información veraz, que se complica mucho en
su interpretación. Por este motivo Miquel Roca propuso cambios rápidos que
afectarían al legislador, ya que esta situación no se limita al campo de la
justicia penal, sino que está entrando en todos los campos de nuestro Derecho. “En
este país se legisla a impulso de percepciones sociales, trasladadas a través
de los medios de comunicación e Internet, y por eso nuestro Derecho como
garantía está en una fase de devaluación muy preocupante”, y añadió, “hoy son
los medios de comunicación los que definen el Derecho y cómo debe ser la
Justicia”.
Miquel
Roca concluyó su intervención con una reflexión personal: “En épocas de crisis
no debería avergonzarnos legislar desde el principio de temporalidad y por su
parte, el Tribunal Constitucional debería crear una nueva doctrina y definir un
nuevo equilibrio entre la libertad de información y otras libertades que influyen
en los derechos fundamentales de los ciudadanos”.
Acerca
de Miquel Roca
El
Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia y Presidente de la Real Academia,
Mariano Durán, clausuró el Ciclo de Conferencias y presentó a Miquel Roca como “un
hombre de Estado y una voz moderada e integradora, sin dejar de ser
reivindicativa” y destacó el hecho de que “antes y después de su relevante vida
pública fue y es abogado”.
Miquel
Roca Junyent tiene una amplia experiencia en el ejercicio de la profesión y la
práctica jurídica. Su trabajo en el ámbito de las administraciones públicas le
llevó a participar en negociaciones y operaciones de gran importancia para el
desarrollo del país (“project finance” y fusiones y adquisiciones en distintos
sectores), lo que le permitiría conocer de muy primera mano el desarrollo
económico español y europeo. Su experiencia le ha valido un reconocido
prestigio en el arbitraje y la mediación.
Asímismo
fue Diputado por Barcelona y Presidente del Grupo Parlamentario Catalán en el
Congreso de los Diputados de 1977
a 1995. Formó parte de la ponencia que elaboró la
Constitución de 1978, así como de la comisión que redactó el Estatuto de
Autonomía de Cataluña. Durante el periodo de 1982-1995 fue presidente de la
representación de la Generalitat de Cataluña en la Comisión de Cooperación
Bilateral con la Administración del Estado.
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