Nacho Roca, adiestrador canino de www.mimascota.com. EPDA Salimos a pasear con nuestra mascota, a un parque, con pinos… y ahora en primavera tenemos que tener en cuenta un peligro: la procesionaria, una oruga que eclosiona ahora con el buen tiempo y que por su forma de moverse es un atractivo para nuestro perro que se acerca a oler y ahí está el peligro. La procesionaria, como dardos, suelta una toxina que se encuentra en sus 500 mil pelos y que puede llegar a ser muy peligrosa para la salud de nuestro perro.
El contacto de los dardos suele desencadenar reacciones cutáneas, problemas respiratorios y oculares que tienen que ser tratados por un veterinario. El riesgo depende también de la exposición, pero en cualquier caso es imprescindible la visita al veterinario. ¿Cómo sabremos si nuestro perro ha estado cerca de la procesionaria? Los signos son muy visibles: inflamación de la lengua, la cabeza y espuma por la boca. Conocidos son los casos de amputaciones de parte de la lengua para poder salvar la vida de los perros por necrosis, así como hinchazón de la garganta y problemas graves respiratorios. Insistimos: es imprescindible la visita al veterinario ante la sospecha de que nuestro perro ha estado cerca de una procesionaria.
¿Por qué se llama procesionaria? Tras treinta días en los bolsones en los pinos, las orugas descienden al suelo e inician su desplazamiento en fila india, y por eso mismo, se les conoce con el nombre de procesionaria, por la semejanza a una procesión. La guía de la procesionaria es siempre una hembra que deja un hilo para que el resto de orugas puedan seguir su rastro. Actualmente, la procesionaria está considerada una plaga. Es también parte importante de la cadena trófica ya que es también alimento de pájaros y murciélagos que también en primavera culminan su ciclo reproductivo. Dos consejos: en caso de detectar una procesionaria es aconsejable avisar al Ayuntamiento y si tenemos la mala suerte de que nuestro perro se acerque a una procesionaria, podemos aliviarle los síntomas mientras llegamos al veterinario limpiando la zona afectada con agua templada con mucho cuidado para que la toxina no nos afecte a nosotros.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia