Las iglesias todavía no abrirán sus puertas. Foto ArchivoEl aplazamiento de la
aplicación de la Fase 1 en el plan de desconfinamiento por la pandemia de
covid-19 también afecta a la apertura de los templos en la Diócesis de
Segorbe-Castellón y la celebración de misas en público.
El obispo de Segorbe, Casimiro
López, en una carta difundida hoy señala que “Todos esperábamos poder reabrir este
lunes, 11 de mayo, nuestros templos e iglesias, cerrados a causa de la pandemia
del Covid-19. Así se nos venía anunciando y prometiendo; la misma Generalitat
Valenciana afirma que se cumplen los requisitos requeridos. Pero la autoridad sanitaria
nacional ha decido este viernes que en el territorio de nuestra Diócesis no se
puede comenzar aún la llamada Fase 1. Tendremos que esperar aún un tiempo, que
por desgracia desconocemos a día de hoy; quizá no lo sepa ni la misma autoridad
sanitaria”.
El
prelado confía en que “la toma de esta decisión se haya basado sólo en motivos
científicos objetivos. Ya sabemos que en esta fase se suprimirán algunas
medidas que restringen la libertad ciudadana de movimientos y que afectan
también a la libertad religiosa y de culto: a la libertad para reunirnos como
comunidad cristiana en los templos para celebrar la Eucaristía y el resto de
los sacramentos, y para tener otras actividades pastorales presenciales.
Esperamos que pronto podamos reabrir los templos y que poco se vayan
suprimiendo todas las medidas restrictivas para volver a la normalidad sin
adjetivos”.
Al
mantenerse la mayor parte de la provincia de Castellón dentro de la Fase 0,
varios ayuntamientos que habían anunciado celebraciones eucarísticas para la
próxima semana, ya han anulado las convocatorias hasta nueva orden.
López
Llorente advierte que “cuando se reabran las iglesias, no podemos olvidar que
el coronavirus sigue propagándose entre nosotros. Ante este hecho todos
deberemos ser muy prudentes. Todos tenemos la grave responsabilidad moral, como
cristianos y como ciudadanos, de prevenir la enfermedad poniendo los medios
necesarios para evitar contagiar y ser contagiados. Por ello, todos hemos de
observar las medidas establecidas con este fin: entre otras, que es limitado el
número de personas que puedan entrar al templo para una misma celebración, o
que hemos de mantener la distancia física entre las personas y cumplir el resto
de medidas higiénicas de prevención”.
Ante
esta situación y por la limitación del número de fieles en cada celebración, el
obispo ha pedido a los sacerdotes “que prevean aumentar el número de Misas los
domingos y días de precepto, allí donde sea necesario y posible. De este modo se
facilitará la participación en la Santa Misa evitando aglomeraciones. También
invito de nuevo a las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo a que
sigan la Santa Misa desde sus casas a través de la TV y otros MCS, dedicando un
rato a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración; pido a los sacerdotes
que les ofrezcan y les lleven, si así lo desean, la sagrada Comunión a sus
domicilios, tomando las medidas de prevención establecidas”.
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