Personal sanitario del Hospital Arnau de Vilanova descansa unos minutos ante la puerta de Urgencias. EFE/Manuel Bruque/Archivo
Los accidentes laborales dejaron 489 fallecidos hasta agosto, de ellos 55 en la Comunitat Valenciana, según los datos publicados este lunes, en el inicio de una semana en la que UGT y CCOO se concentran para reclamar más seguridad en el trabajo y después de que cuatro empleados murieran en el derrumbe de un edificio en obras en Madrid.
La estadística del Ministerio de Trabajo refleja que, aunque hubo nueve fallecidos menos que hace un año, la siniestralidad laboral sigue en cifras récord y mantiene una mayor incidencia en los sucedidos durante la jornada de trabajo (398, seis menos) que en los 'in itinere', es decir, en el camino de ida o vuelta del trabajo (91, tres menos).
La mayoría de los accidentes se produjeron en el sector servicios (180), seguido de la construcción (113), la industria (71) y la agricultura (34).
Entre los accidentes durante la jornada laboral la principal causa de fallecimiento fue, como es habitual los infartos, derrames cerebrales u otras causas naturales (169), seguido de golpes resultado de una caída (64), los atrapamientos, aplastamientos o amputaciones (54) y los accidentes de tráfico (52).
No obstante, el índice de incidencia de los accidentes mortales es superior en la construcción, con un índice del 0,98, por encima del 0,24 del total, lo que supone que es en este sector donde mayor peso tiene esta siniestralidad sobre el total de trabajadores.
Un ejemplo de esta mayor incidencia se registró la semana pasada con el accidente en las labores de rehabilitación de un edificio en Madrid, en el que perdieron la vida tres obreros y jefa de obra.
Los sindicatos se concentran el jueves en Madrid
Ante esta situación, UGT y CCOO se concentrarán el próximo jueves 16 de octubre en Madrid ante la sede de la CEOE para instar a la patronal a que haga cumplir en las empresas las medidas de salud y seguridad laboral y para que pacte en el diálogo social la reforma de la ley de prevención de riesgos laborales, que lleva 30 años sin actualizarse.
Asimismo, los sindicatos urgirán a cerrar un pacto de Estado con medidas urgentes para acabar con el elevado número de accidentes laborales.
La reforma de la ley de prevención de riesgos laborales, que lleva año y medio siendo negociada en la mesa de diálogo social, es necesaria para que estas medidas en las empresas se adapten a las nuevas realidades y riesgos psicosociales o derivados de las nuevas tecnologías, así como combatir el cambio climático.
Los sindicatos reclaman implementar la figura del delegado territorial de prevención de riesgos laborales, que pueda centrarse en la evaluación de las condiciones de trabajo en las pymes, donde el tamaño de estas empresas, que concentran el mayor índice de accidentalidad, dificulta la creación de este puesto.
También piden más recursos humanos y técnicos para la Inspección de Trabajo, controles aleatorios y medidas y multas más contundentes para los incumplidores, así como una campaña de comunicación y sensibilización a la sociedad.
Desde la patronal, estas mejoras en la ley son vistas como una "una carga más" para las empresas y se resisten a cerrar un acuerdo.
El vicepresidente de la CEOE y presidente de la asociación de autónomos ATA, Lorenzo Amor, aseguraba la semana pasada que la reforma de la ley de prevención se sumará a otras normas puestas en marcha y a las "fuertes cotizaciones a la Seguridad Social" que suponen un incremento de costes para las empresas.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advertía recientemente de que la CEOE está poniendo "muchísimas dificultades" para cerrar un acuerdo la acusaba de "no tener vergüenza".
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunciaba que se cerrará un acuerdo el próximo mes de noviembre de una reforma que "es inaplazable y exige un acuerdo de diálogo social ya".
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