Manises
cuenta desde hoy con una nueva delegación de la Fundación Hugo Pomar, entidad
sin ánimo de lucro que desarrolla programas de integración para personas en
riesgo de exclusión social, abriendo de este modo las puertas, de par en par, a
la solidaridad y la ayuda a niños en situación o riesgo de exclusión social.
Esto
es posible gracias a la donación solidaria de unos padres de Manises que han
tenido el gesto de ceder una vivienda de su propiedad, ubicada en la calle
Vilafamés número 7 de Manises, donde la fundación Hugo Pomar tiene desde hoy su
sede en Valencia.
Aquí,
un equipo interdisciplinar de profesionales atenderá a padres y niños que
necesiten de orientación y ayuda, poniendo en funcionamiento así el Proyecto
Empar, iniciativa que lleva el nombre de la hija de los donantes de esta
vivienda, Mª José y Paco.
Esta
misma mañana, a las 12 h., ha tenido lugar la presentación del proyecto en la
sede del centro, una cita a la que no han faltado profesionales de la educación
y la salud, medios de comunicación y otros asistentes. La concejala de
Bienestar Social en Manises, y representantes del Consistorio local, han
acudido a un acto en el que han intervenido la presidenta de la Fundación Hugo Pomar, Otilia
López, y las coordinadoras de la
Delegación en Valencia, Encar Moya y Rosa Fernández.
Según
la presidenta de la Fundación Hugo
Pomar, Otilia López, “los fundadores de la Fundación Hugo Pomar decidieron
crear un proyecto social al que destinar su patrimonio, ofreciendo programas de
desarrollo e integración social, a través del arte. Y quisieron que fuera,
sobre todo, un proyecto destinado a necesidades emocionales”.
Desde
la Fundación Hugo
Pomar, con sede en Tenerife, delegación en Madrid, y ahora también en Valencia,
cada año se atiende a más de 200 personas en programas continuos en el tiempo. “Hemos
trabajado mucho con la infancia. En 2011, el 50% de las intervenciones fueron
con menores. Dos de los programas que llevamos a cabo son Los niños y niñas
grabamos nuestro disco, basado en la musicoterapia, y un Programa de
Voluntariado de Terapias Creativas centrado en la exclusión social”, ha añadido
López.
Esta
entidad emplea, como una de sus principales herramientas terapéuticas la
expresión a través del arte y el desarrollo de la creatividad. Un autorretrato
de Empar, la hija de Mª José y Paco, daba color a la sala donde se ha
presentado el proyecto, a modo de homenaje solidario por el ofrecimiento de
este espacio. Su terapeuta, Encar Moya, es psicóloga y lleva más de 6 años
atendiéndola. “Empar es una niña muy especial, de 12 años de edad, con
diversidad funcional y a la que le gusta sobre todo pintar, la música y la
danza”.
“Hay
mucho trabajo que hacer. Actualmente estamos atendiendo a siete familias y el
proyecto Empar precisa difusión”, ha añadido Rosa Fernández, educadora social y
experta en atención temprana.
Entre los servicios más demandados se encuentra el free-time. “Para los
padres es importante contar con un tiempo y gente de confianza con la que poder
dejar a sus hijos, como a partir de hoy será este lugar”, han añadido las
terapeutas. Según ha explicado Rosa Fernández, “entre los servicios de
proximidad infantil que ofrecemos a la familia se encuentra, además del
free-time, el servicio de atención temprana, la intervención terapeútica en el
desarrollo infantil, el acompañamiento en la inclusión educativa y la formación
de voluntariado”.
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