Un cajero con el lema "Todo irá bien". EFE/Kai Försterling La tramitación de préstamos, hipotecas o la solicitud de los créditos
del Instituto de Crédito Oficial (ICO) es el trabajo más costoso para
los bancos durante esta crisis generada por el Covid-19, ya que la
ralentización del trámite de las solicitudes provoca "agobio" para los
ciudadanos y para los trabajadores.
Así lo explica Sergio, un
gestor comercial de una entidad bancaria situada en Benicàssim
(Castellón), quien utiliza un nombre ficticio para explicar a EFE que
otros asuntos como la actualización de libretas son más fáciles de
gestionar desde la cuenta online, "pero muchas personas no están
actualizadas y no tienen más remedio que ir al banco".
En las
oficinas las medidas de protección se han implementado, "se han colocado
mamparas de metacrilato para separar a los clientes de los empleados
cuando entran a la caja o a los mostradores, y hay una separación de un
metro si van a hablar con algún gestor", describe.
"La norma es
que entren tantas personas como el número del trabajadores que hay en la
oficina, si hay dos empleados para atender, solo pueden entrar dos
clientes, uno para cada trabajador", continúa.
El horario de los
empleados también ha cambiado, ahora se trabaja una semana y "hasta
quince días después no puede volver a hacer el turno, por si acaso está
contagiado", comenta Sergio.
"Así se da servicio a las oficinas
para atender a las personas o para recargar los cajeros, y aunque muchas
de las gestiones se suelen hacer por teléfono, se conciertan citas con
los clientes y, en la medida de lo posible, se intenta atender con
medidas de seguridad", explica.
Lo más importante es que "tengan
paciencia" porque "todos quieren que se atiendan sus necesidades" pero
"hay quien es más comprensivo y quien no, pero son cosas que ocurren en
todos los sitios".
El nivel del trabajo también se ha visto
afectado por esta situación, sobre todo en cuanto a tramitación de
préstamos, hipotecas y los ICO, debido a la documentación que se ha de
aportar y los estudios de operaciones.
"Si antes se hacían
operaciones de una forma normal alrededor de una semana, ahora que
vienen todas de golpe se produce una aglomeración de solicitudes que,
además, se tienen que tramitar en muy poco tiempo, y eso produce mucho
estrés también para la gente que tiene que documentar todo lo que se
pide", expresa.
Para Sergio, toda esta tramitación al ser "tan
voluminosa" hace que sea "más agobiante", pero el trabajo de caja "es
más simple", ya que suelen ser clientes con "recibos que no quiere
pagar" o "la tarjeta que se ha bloqueado".
Como otros
compañeros, Sergio trabaja en casa por temas de salud, y explica que se
ha adaptado "muy bien" a esta nueva situación, ya que desde el banco les
han ofrecido los servicios necesarios para poder continuar trabajando.
"El
cierre en casa cada uno lo lleva de una forma, a mi personalmente no me
afecta mucho y al vivir esta situación hacemos el mismo horario que
cuando estábamos en la oficina, pero al estar en casa puedes ir vestido
de una forma más informal, incluso en pijama si quieres", bromea.
Para
Sergio esta situación puede servir para valorar el teletrabajo desde
casa, "es una forma de darnos cuenta de que esto se puede adaptar
también al día de mañana".
Entre sus compañeros realizan
encuestas para ver cómo están y "dan muy buena aceptación, por encima de
un 90 % la gente está bastante satisfecha".
Además, explica que
se ha intentado adaptar las circunstancias a cada trabajador, también en
las oficinas, "pues hay personas que tienen a mayores en casa, o niños,
y de alguna forma se exponen al virus si van a su puesto de trabajo".
Por
ello, a pesar de que muchos de los clientes más veteranos de los bancos
están acostumbrados a asistir a su entidad, Sergio recomienda que es el
momento de darle una oportunidad a la tecnología y gestionar sus
cuentas desde la banca online. EFE
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