LA UNIÓ solicita el mismo nivel de ayudas en el nuevo plan de reestructuración de la viña

LA UNIÓ de Llauradors ha pedido que se mantenga el mismo nivel de apoyo de 600 euros por hectárea y año en la reestructuración de la viña con la finalidad que el agricultor pueda tener una compensación por el lucro cesante mientras la nueva plantación vitícola entra en producción.

En el proyecto de Orden que ha presentado al sector la Conselleria de Agricultura, según lo establecido en el Real Decreto del Gobierno central, se pretende recortar la ayuda hasta los 323 euros por hectárea y año y por ello LA UNIÓ ha alegado contra esta decisión.

LA UNIÓ ha sido la única organización profesional agraria que ha presentado alegaciones a la normativa de la Conselleria de Agricultura por la que se regula la concesión y gestión de las ayuda a planes de reestructuración y reconversión de viñedo de la Comunitat Valenciana para la aplicación de las medidas del programa de apoyo al sector vitivinícola español de cara al próximo período 2014-2020.

En total ha registrado un total de 25 alegaciones. LA UNIÓ recuerda en sus alegaciones a la Administración agraria valenciana que los costes de producción han venido incrementándose durante los últimos años y con la cantidad propuesta de poco más de 300 euros/ha, los viticultores se van a pensar mucho si apuestan por estas medidas de apoyo y, por tanto, perder competitividad en un sector que cada vez apuesta más por una reestructuración para adecuarse a la demanda vinícola de los mercados.

Entre el resto de alegaciones presentadas encaminadas a disminuir y mejorar la gestión burocráticas cabe destacar la propuesta de LA UNIÓ para que ningún agricultor pueda acogerse a una reestructuración máxima de 5 hectáreas en su explotación.

La propuesta de la Conselleria de Agricultura de que esta cantidad sea de 25 hectáreas no es coherente con la realidad de la base territorial del sector vitícola de la Comunitat Valenciana. Es inviable en estos momentos que un viticultor valenciano reestructure de una sola vez 25 hectáreas porque se quedaría sin producción y, por tanto, sin ingresos, debido a que la media de la superficie de una explotación vitícola de la Comunitat Valenciana está alrededor de las 20 hectáreas.