LA
UNIÓ de Llauradors considera un importante quebranto económico la
eliminación por parte del Gobierno de las bonificaciones del gasóleo
agrícola con que contaban desde hace unos años los agricultores y
ganaderos de la Comunitat Valenciana. En el Consejo de Ministros del
pasado viernes se acordó suprimir los gasóleos profesionales, aquellos
que tienen una reducción total o parcial de impuestos, entre ellos el
gasóleo agrícola.
La
devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) se venía
realizando desde el año 2007 (aunque con carácter retroactivo de los
consumos desde 2005) en función del alto precio que pagaban los
agricultores y ganaderos por el consumo del gasóleo agrícola para uso
profesional. Percibían así en forma de devolución la cantidad de
0,0787 euros por litro de gasóleo consumido o comprado para
agricultura, ganadería y silvicultura, sin límite de volumen. Se
trataba del gasóleo para tractores, maquinaria agrícola o motores fijos
y la calefacción.
Según
los datos que facilita el Ministerio de Industria, con todas las
gasolineras de la Comunitat Valenciana que venden gasóleo agrícola, el
precio actual ronda en surtidor una media de 0,92 euros por litro, al
que luego se le descontaba en forma de devolución esos prácticamente
7,9 céntimos de euros que ahora ya no se tendrán.
Los
acuerdos entre el Ministerio de Agricultura y algunas organizaciones
agrarias de 2005 aprobaron las deducciones y avanzaban que el gasóleo
profesional sería una realidad en 2009. Ramón Mampel, secretario
general de LA UNIÓ, afirma que “de la promesa del gasóleo profesional
del Gobierno anterior hemos pasado ya a no tener ni siquiera
deducciones con el Gobierno actual, lo que pone de manifiesto la falta
de sensibilidad de las Administraciones hacia nuestro sector
independientemente del color político de turno”.
LA
UNIÓ indica que la decisión gubernamental de suprimir las devoluciones
choca incluso con la propia comisión de Agricultura del Parlamento
Europeo, quien hace unos días había decidido mantener las deducciones
del gasóleo agrícola dentro del proceso de modificación del régimen
comunitario de imposición fiscal para los productos energéticos y la
electricidad usados en el sector agrícola. El Parlamento argumenta “el
mantenimiento de las deducciones para evitar que el aumento de los
costes energéticos de las explotaciones agrarias sean aún más elevados
en un momento donde los márgenes de rentabilidad de las mismas ya son,
de por sí, muy estrechos”.
LA
UNIÓ señala que la devolución del impuesto que gravaba el gasóleo
agrícola, ante el desmesurado incremento de los costes de producción y
la tendencia a la baja de los precios en origen de la mayor parte de
las producciones agrarias, era una buena medida para los maltrechos
bolsillos de los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana.
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