La Unió de Llauradors i
Ramaders solicitará tanto al Gobierno central como a la Generalitat una línea
conjunta y cofinanciada de ayudas directas y otro tipo de exenciones, cuando se
extingan los incendios que afectan a las provincias de Castellón y Valencia,
para paliar los daños que han tenido en los mismos aquellos agricultores y
ganaderos afectados. La Unió
señala que no debe pasar como en el último gran incendio que afectó en 2007 a la comarca
castellonense de l’Alcalatén, donde los afectados no cobraron sus ayudas por la
descoordinación entre los diferentes Gobiernos (Central y Autonómico).
La Unió cree, a falta de
conocer evaluaciones oficiales, que las pérdidas directas serán muy importantes
en los cultivos de secano (frutos secos, olivos, viñas, cereales y forrajes,
etc.,) e incluso de regadío como frutales, cítricos u hortalizas; así como en
la ganadería (animales muertos, así como granjas o colmenas de apicultores
quemadas o abejas asfixiadas). Por ello serán necesarias ayudas para que tanto
la masa forestal como los diferentes cultivos y explotaciones ganaderas vuelvan
a su actividad. Será muy importante en este aspecto establecer corredores en
las zonas afectadas por los incendios para que el ganado pueda pasturar porque
en muchos lugares se han quedado sin pastos.
Esta organización profesional agraria señala que los incendios son
un golpe muy duro para el mundo rural, para sus habitantes y para la sociedad
valenciana en general. No hay que olvidar que nuestras zonas de interior,
desfavorecidas, tienen escasas alternativas económicas y que todo lo
relacionado con la montaña: actividades agrarias y forestales, turismo rural…se
verá afectado por los incendios y supondrá más dificultades añadidas a las
naturales para mantener a la población en el territorio rural.
Los agricultores y ganaderos de La Unió que se han visto afectados por los incendios
desean trasladar su malestar ante la falta de medios para sofocarlos, la
tardanza en llegar los efectivos y su escasa participación en las tareas de
ayuda para la extinción a pesar de ser los que mejor conocen el terreno.
La Unió desea significar
además que el abandono o la falta de sensibilidad de nuestros gobernantes hacia
la agricultura o la ganadería, unido a los recortes en la limpieza de nuestras
montañas, son factores fundamentales para activar el fuego cuando se produce un
incendio.
En este sentido Ramón Mampel, secretario general de La Unió, afirma que “un
agricultor o un ganadero en activo en nuestras zonas de secano es una garantía
para prevenir los incendios, dejarlos abandonar supone un mayor aumento de
brigadas forestales que además incluso se han reducido. Es mucho más efectivo
por tanto destinar más recursos en potenciar la ganadería en zonas boscosas que
invertir posteriormente en muchos medios para apagar el fuego”. Mampel indica
además que “si las llamas no han llegado afortunadamente a muchas de nuestras
localidades ha sido porque los cultivos han actuado de cortafuegos y los que
ostentan el poder político en los diferentes estamentos han de ser conscientes
de ello.
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