Fotografía facilitada por Renfe del nuevo servicio Euromed. EFE/Renfe La variante ferroviaria entre Vandellòs y Tarragona del Corredor
Mediterráneo, que ha entrado en servicio este lunes, permite acercar
Valencia y Barcelona, ya que reduce en media hora el trayecto entre
ambas ciudades, que se podrá hacer en unas dos horas y 40 minutos.
La nueva variante ferroviaria
permite la conexión del Corredor Mediterráneo con la línea del AVE que
une Madrid, Barcelona y la frontera francesa por la estación de Camp de
Tarragona, y con la de ancho convencional Reus-Tarragona a través del
nudo de Vilaseca.
Durante la primera semana de puesta en servicio
se ha implantado una limitación temporal de velocidad de 80 kilómetros
por hora, como se hace siempre que se pone en servicio una nueva
infraestructura.
El fin de semana del 17 al 19 de enero se
auscultará la vía con trenes laboratorio de Adif para garantizar el paso
de los trenes a una velocidad máxima de 200 kilómetros horas desde el
lunes 20 de enero.
Este misma semana el gobierno catalán ha
reclamado al Ministerio de Fomento que el corredor ferroviario
Barcelona-Valencia tenga las mismas prestaciones que los de
Barcelona-Madrid y Madrid-Valencia, lo que permitiría la circulación de
trenes en alta velocidad y reducir en más de una hora el tiempo actual
de viaje.
Para tener todo listo hoy, Adif ha ejecutado entre las
19.00 horas del viernes 10 de enero y las 06.00 horas del este lunes las
últimas actuaciones en la infraestructura para la puesta en servicio de
esta nueva variante del Corredor Mediterráneo.
Con una inversión
cercana a los 700 millones de euros, la puesta en servicio de la nueva
variante representa, según Adif, uno de los "mayores hitos" y una "pieza
clave" en el desarrollo del Corredor Mediterráneo.
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