Los actores Roberto Enríquez y Aitana Sánchez-Gijón durante un ensayo de "La vuelta de Nora". EFE/ArchivoLa obra "La vuelta de Nora", la secuela de "Casa de Muñecas", de Ibsen, escrita por Lucas Hnath, llega mañana al Teatro Olympia de València, con la revolución de la mujer de nuevo como hilo conductor y la apertura de una reflexión sobre el rol social masculino y femenino.
La obra, dirigida por Andrés Lima, que estará en escena hasta el 20 de enero, está interpretada por Aitana Sánchez-Gijón (en el personaje de Nora), Roberto Enríquez (como Torvald), María Isabel Díaz Lago (en el papel de Anne Marie, la niñera), y Elena Rivera (como Emmy, una de las hijas del matrimonio).
La historia de "La vuelta de Nora" parte del momento en que Nora toca el timbre del hogar que abandonó quince años atrás, y el "caos emocional" que produce su vuelta en la familia que dejó.
La obra, que fue todo un éxito en Broadway, aborda de nuevo aspectos como el papel social de la mujer y el hombre, que ya trató Ibsen hace 140 años y que entonces supuso una auténtica revolución.
El texto original, ha manifestado Aitana Sánchez-Gijón hoy en rueda de prensa, está escrito "en un lenguaje contemporáneo, del siglo XXI", y acerca el conflicto y la situación de los personajes al día de hoy.
La obra original de Henrik Ibsen, representada por primera vez en 1879, "se hizo eco de la revolución de la mujer", agrega Roberto Enríquez, y abre muchas preguntas, en el caso de su personaje, el ex marido de Nora, sobre el control del hombre sobre la mujer hasta anularla.
Torvald, señala el actor, "pone en solfa que nosotros también somos prisioneros de un patrón social, ya que tenemos que ofrecer seguridad, tenemos que ser el hombre que tiene que tener las cosas claras, tomar la iniciativa", y el personaje, ha asegurado, "se rebela también contra todo ello".
Enríquez considera que lo que propone el autor es que "el cambio lo tenemos que hacer todos" y que los modelos "tienen que cambiar para todos", ya que los hombres "somos prisioneros también de algo que se nos ha impuesto" de unos "roles medievales".
Para Aitana Sánchez-Gijón, el cambio que transforma a Torvald se produce gracias al portazo de Nora cuando abandona el hogar familiar, ya que "si ella no da ese paso y toma esa decisión tan radical, dolorosa para todos y tan cuestionable" su ex marido no se hubiera planteado su actitud.
"Gracias a esos portazos, que siguen dando las mujeres, los hombres reaccionan, despiertan y se cuestionan", ha añadido la actriz, una situación que se produce "cada vez más, afortunadamente", aunque también hay otros hombres que "se encastillan y reaccionan con una gran agresividad y virulencia", ha lamentado.
Sánchez-Gijón ha asegurado asimismo que con Nora se ha enfrentado a uno de los personajes más complicados de su carrera, porque como madre es difícil asumir que abandone a sus hijos, pero también, ha precisado, "entiendo su necesidad de dejarlo todo y reencontrarse, porque en su situación es: o eso o la muerte".
La actriz cubana María Isabel Díaz ha destacado también que el texto abre una dialéctica sobre un tema de total actualidad, desencadenada por el amor y el desamor, y es una obra para todas las edades.
También para los jóvenes, con papeles como el que interpreta Elena Rivera, el de la hija de Nora, que según ha explicado la propia actriz aborda el "amor hacia una ausencia", la de una madre que no ha ejercido como tal.
La obra estará en escena hasta el 20 de enero, con una sesión los miércoles, jueves, viernes y domingo, y dos los sábados (con un descuento del 25 % en la segunda sesión).
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