En el mundo de los mercados financieros,
dos términos suelen confundirse con frecuencia y pueden ser usados
para describir a un mismo tipo de participante – inversionista y
trader.
Si bien ambos son actores que tienen
alta influencia en las dinámicas del mercado, sus perfiles,
estrategias, y métodos de operación son bastante diferentes.
En este artículo exploramos con mayor
profundidad algunas diferencias claves entre inversores y traders
para establecer conceptos claros y ayudar a nuestros lectores a
identificar la categoría a la cual pertenecen si se están
preparando para adentrarse en el mundo de la inversión.
Cabe destacar que ambos conceptos no son
mutuamente excluyentes, lo que significa que una persona u
organización podría decidir pasar de
inversor a trader
y viceversa en cualquier momento dependiendo de sus metas
financieras, tolerancia al riesgo, y otros factores.
Definición
de Inversor y Trader
Antes de profundizar en sus diferencias,
comencemos por establecer una definición clara para cada uno:
Un inversionista
es una persona que asigna capital con la expectativa de obtener un
rendimiento financiero futuro. Generalmente, los inversionistas
mantienen sus posiciones abiertas durante períodos prolongados,
apuntando a generar ganancias a largo plazo.
Por otro lado, un trader,
participa activamente en los mercados financieros, comprando y
vendiendo activos con mayor frecuencia. Su objetivo principal es
obtener beneficios a partir de las fluctuaciones a corto plazo en los
precios de los activos negociados.
Diferencias
Claves entre Inversionistas y Traders
A continuación, detallamos algunas
características que separan a inversores de traders.
1.
Horizonte temporal de sus operaciones
En lo que respecta al horizonte temporal
de las operaciones, los inversionistas suelen mantener sus
operaciones abiertos por al menos unos meses o incluso podrían pasar
décadas sin cerrarlas.
Este enfoque se fundamenta en la opinión
de que los activos más solidos del mercado van a generar resultados
positivos con el tiempo a pesar de las fluctuaciones que pueda
experimentar su valor en el corto plazo.
En contraste, los traders operan en
horizontes temporales mucho más cortos. Dependiendo de su estilo de
trading, estos operadores pueden mantener sus posiciones abiertas por
apenas unos minutos (scalpers)
o un par de día (swing traders).
Los traders buscan capitalizar las
fluctuaciones de precios a corto plazo y utilizan el análisis
técnico y otras herramientas para identificar oportunidades en el
mercado a través de sistemas que generan de señales de compra y
venta.
2.
Estrategias y análisis
Los inversionistas dependen de métodos
de análisis de activos totalmente diferentes a los traders. Sus
razonamientos se derivan principalmente de las métricas financieras
de las empresas que emiten estos activos junto a un análisis del
panorama económico y de los factores cualitativos de estos negocios.
El objetivo del análisis fundamental es
determinar el valor intrínseco de un activo y compararlo con su
precio de mercado actual. Los inversionistas buscan activos
subvalorados con potencial de crecimiento a largo plazo.
Algunos elementos que suelen observar
los inversionistas incluyen:
Estados financieros de las empresas.
Modelos de negocio y ventajas
competitivas.
Tendencias de la industria y del
mercado.
Factores macroeconómicos.
Por su parte, los traders dependen del
análisis técnico para operar. Este método examina los patrones de
precios históricos y los volúmenes de negociación de los activos
para predecir movimientos futuros del mercado. Algunas de las
herramientas y técnicas más populares utilizadas por los traders
incluyen:
Gráficos de precios y patrones de
velas.
Indicadores técnicos como medias
móviles, RSI (Índice
de Fuerza Relativa)
y MACD (Convergencia/Divergencia de Medias Móviles).
Análisis de volumen y flujo de
órdenes.
Niveles de soporte y resistencia.
Los traders también suelen incorporar
el análisis de sentimiento del mercado y noticias de última hora
para tomar sus decisiones. Sin embargo, generalmente le dan más peso
a las señales técnicas y los patrones de precios.
3.
Frecuencia de operaciones
Los inversionistas tienden a realizar
operaciones con menor frecuencia. Su enfoque de "comprar y
mantener" implica que, una vez realizada una inversión, es
probable que la mantengan durante un período prolongado. Dicho esto,
algunas razones para vender pueden incluir:
Esta baja frecuencia de operaciones
resulta en menores costos de transacción y puede tener ventajas
fiscales, especialmente en jurisdicciones que ofrecen tasas
impositivas preferenciales para ganancias de capital a largo plazo.
En cambio, los traders realizan
operaciones con mucha más frecuencia. Dependiendo de su estilo, un
trader puede ejecutar varias operaciones por semana, día, o incluso
minutos.
Esta mayor frecuencia de operación
requiere una gestión más activa y puede resultar en mayores costos
de transacción. Sin embargo, los traders buscan que las ganancias
netas de múltiples operaciones exitosas superen tanto los costos de
transacción como las pérdidas generadas por las que dieron
resultados negativos.
4.
Gestión del riesgo
Los inversionistas gestionan el riesgo
principalmente a través de la diversificación. Esta estrategia
implica distribuir las inversiones entre diferentes clases de
activos, sectores y regiones geográficas. La diversificación ayuda
a mitigar el riesgo específico de cada inversión individual y
reduce la volatilidad general de la cartera.
Mientras tanto, debido a la naturaleza
de corto plazo de sus operaciones, los traders emplean técnicas de
gestión de riesgo más precisas. Algunas de las herramientas que
suelen utilizar incluyen:
Los traders también prestan mucha
atención a la relación riesgo-recompensa de cada operación,
buscando oportunidades donde el beneficio potencial supere
significativamente el riesgo asumido.
Para
cerrar
Es importante destacar que ser
inversionista o trader no son roles mutuamente excluyentes. Muchas
personas incorporan elementos de ambos enfoques en su estrategia.
Por ejemplo, un individuo podría
mantener una cartera de inversiones a largo plazo mientras dedica una
porción más pequeña de su capital al trading.
En última instancia, la elección entre
ser inversionista, trader, o una combinación de ambos, depende de
factores individuales como los objetivos financieros, la tolerancia
al riesgo, el tiempo disponible, y las habilidades personales.
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