Las autoescuelas comienzan a implantar la aplicación de clases online Dribo tras la pandemiaSe calcula que un 10 % de autoescuelas de España no abrieron tras el confinamiento y un 15 % más podría cerrar en breve si no digitaliza su negocio, un dilema al que pone solución Dribo, la aplicación móvil para usuarios y empresas, que acelera la formación teórica, simplifica la práctica y reduce gastos de gestión.
Nacida en Barcelona en 2017 como autoescuela digital y actualmente en el programa de la aceleradora valenciana Lanzadera, Dribo ha revolucionado la forma de obtener el carnet de conducir y se ha convertido en referente, tras aumentar más de 170 % sus nuevos usuarios y un 40 % de uso de la app en el confinamiento.
La crisis generada por la pandemia del coronavirus ha abocado al sector a adaptarse y, "o se digitalizan, o en seis meses están cerrados", según indica a EFE su creador, Enric Romero, que calcula que con su tecnología las autoescuelas convencionales podrían "ahorrar hasta 3.000 euros de gastos fijos mensuales".
Presente en más de una treintena de ciudades españolas y convertida en la "autoescuela con más presencia" en el país, Dribo digitaliza la autoescuela convencional con una app que ayuda a sacarte el carnet de conducir sin pisar el aula, una "revolución" que beneficia a alumnos y a empresas.
A las autoescuelas les permite "hacer más eficiente la estructura de negocio, ya que con menos pueden hacer más y tener más alumnos, por lo que facturan más y se olvidan de los altos costes fijos", afirma Romero, quien resalta que los alumnos "solo tienen que hacer presencial las prácticas y el examen teórico".
De media las autoescuelas conectadas con esta app reciben un 30 % más de alumnos, en aquellas zonas que tiene activas la tecnología, y a su vez consiguen reducir costes gracias a la simplificación en las gestiones.
"Esta crisis ha provocado un cambio sin precedentes en la movilidad para millones de personas y se ha disparado el uso del vehículo privado y de la gente que quiere sacarse el carnet de conducir", apunta el empresario.
Recuerda que el sector de las autoescuelas ya arrastraba problemas antes de la covid-19, entre otras cosas por la huelga de profesores, pero esta crisis se ha cebado con ellas y las ha puesto en "una situación límite: adaptarse o cerrar".
Las autoescuelas, según Romero, "apuestan por la innovación en el sector y saben que el único camino para lograrlo es la digitalización de sus negocios".
Durante estos meses incluso se han abierto nuevas autoescuelas Dribo totalmente digitales donde más del 95 % de los alumnos se registran directamente y el resto proviene de la influencia local del propietario de la autoescuela o del profesor que emprende y lleva consigo su cartera de alumnos.
A los problemas del sector arrastrados y por la crisis sanitaria, se añade el colapso de la digitalización de la Dirección General de Tráfico que deja, según Romero, "decenas de miles exámenes teóricos y prácticos sin realizar".
"Dribo cuenta con un área de contenido formativo teórico propio "con una metodología basada en ejercicios cortos y gamificados para que se puedan aprender de forma muy autónoma conceptos clave y los test oficiales", explica su creador, que valora que tienen "un índice de aprobado muy alto".
Hay otra parte de documentación para la creación del expediente y el "papeleo", con la solicitud de examen y las gestiones con la DGT, que el alumno hace desde la app, "desde subir el DNI hasta rellenar campos de un formulario o seleccionar una fecha de examen", lo que supone también una "solución de operatividad para las autoescuelas".
Las tercera pata de la aplicación es la reserva de las prácticas de conducción: "El alumno lo hace desde la aplicación y puede anularlas o comprar un pack y la autoescuela puede vender clases 24 horas al día porque está totalmente automatizado el proceso de venta".
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